En la secundaria tenía un compañero que siempre se exhibía cuando orinábamos. De ahí comenzó el morbo de ver de reojo a los demás y saber cómo están de tamaño, forma, color, olor.
Y en la prepa llegué a tener sexo en los baños. Desde faje, orales hasta penetración. Nos encerrábamos en esos baños (no eran tan concurridos) y ahí hacíamos orgías (éramos como 6).
Y en la universidad también, había spyholes que después crecieron hasta ser gloryholes. Me sorprendía mucho ver a amigos «héteros» que iban por una deslechada.
