
Antes de que empezara la pandemia fui, el lugar y las instalaciones está bien, los que te atienden pues no son los más agradables pero todo en orden. El problema fue cuando estas ahí, prácticamente es un centro de reunión de pasivas acosadoras, todas entradas en edad y con sus vientres muy pronunciados, había una que parecía embarazada con la que tuve roces por que no me dejaba en paz aunque le dije amablemente que no quería yo nada con él. Había un chavo muy platicador con el que pasé un rato muy ameno, pero no me quedó claro si era parte del personal o también era cliente.
Hay mucho movimiento cruising todas las tarde-noches, pero los gays que van son SUPER OBVIOS, todos están como moscas parados afuera de los baños y cuando pasas te comen con la mirada. Una vez me tocó oír a un guardia diciéndole a otro que tienen muchos problemas de «los pinches jotos» en los baños. Tengan cuidado no se expongan a que las detengan ni quemen el lugar. Si gustan tener relaciones pueden irse detrás de la presa o abajo de los puentes también me he enterado que cochan con desconocidos.