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Viendo 20 entradas - de la 21 a la 40 (de un total de 62)
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  • #67328
    hefraperez
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    Puntos: 603

    Hoy 28-oct fui a los baños de Villateresa a eso de las 2 pm. Estaban solos, ya pusieron un letrero que dice que si sorprenden a las personas haciendo uso indebido de los baños, serán consignados a las autoridades. Por si las dudas me puse a ver si habían puesto alguna cámara o algo, pero al parecer todo seguía igual.

    Me pasé al baño del fondo y al poco rato entró alguien. Quise agacharme para ver quién era, pero justo en ese momento coincidimos y esa persona también se agachó a espiarme, “de aquí soy” pensé. Abrí la puerta y vi a un viejo conocido, era el señor chacal de pito rico que no he podido deslechar. Es un señor como chilango, moreno, maduro, como de unos 45 años, algo canoso, delgado y de verga rica, morena y circuncidada. Ya en otras ocasiones se la he mamado y lo he visto fajar rico en esos baños.

    Literalmente se me hizo agua la boca y me saboreé a ese cabrón, sacando la lengua para morderme los labios. El wey sin necesidad de palabras se bajó el cierre para darme pito, que ya me hacía falta. Lo agarré del cinturón y se lo quise quitar, para que él lo hiciera. Así lo hizo, se acercó a mi cubículo y me hinqué, primero se la olí, olía a limpio y se le veía bien, así que se la empecé a mamar con muchas ganas. Quería hacerlo venirse a mamadas al cabrón. Le levanté su playera y le chupé su abdomen y sus pezones chiquitos. Le bajé un poco más el pantalón y le succioné sus huevos medianitos. Traía su pito bien peludo pero todo limpio. Le agarré sus nalguitas mientras me devoraba su pito sabroso.

    Luego me hizo señas para que me parara, le enseñé mis nalgas y luego le dije al oído que me rozara su verga entre las piernas, como si me cogiera. Me empiné y me sujeté del pasamanos para minusválidos y el wey me empezó a rozar su pito por encima de mi rajita, luego a empujar. Me agaché para volvérsela a mamar, pero para mala suerte sonó la puerta y se fue al baño de en medio.

    El tipo que entró no se metió al cubículo libre, se quedó un rato recargado en la pared (obvio también buscaba faje). Después de un rato se metió al cubículo al lado del chacal, me agaché y pude notar que también se la estaba jalando, así que me asomé, le hice señas con el pie al chacal para que me abriera y seguir mamándosela, pero no me abrió. Entonces le hice señal al otro, que al cabo buscaba lo mismo. Solo juntó sus pies, pero tampoco abrió. En eso el chacal me hizo señas con el dedo diciendo “NO”. No supe si ya no quería nada o si el tipo de al lado podría rajar y era una advertencia. Por una u otra cosa que fuera, mejor me fui al baño del fondo a jalármela y deslecharme, me limpié y me retiré. A lo mejor estos dos si se dieron un fajezote o cogida rica. NI modo, hoy no tocó y nuevamente no pude deslechar a este chacal sabroso.

    #72422
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    El pasado miércoles 18-nov fui a los baños de Villateresa por la tarde, a eso de las 4:30 pm. Ahora que la contingencia en Ags se ha puesto más estricta, al parecer las señoras del aseo ya no dan rondines tan seguido en los baños. Entré y estaba solo. Los baños estaban limpios.

    Al baño del fondo le habían quitado el pasador y ya no cerraba la puerta. Me estuve un rato esperando y jalándome la verga, cuando sonó la puerta. Intentaron entrar al cubículo del fondo. Yo estaba sosteniendo la puerta y aún así seguían empujando, al parecer buscaba faje, pero como no tenía seguridad de eso, le dije “Está ocupado”. Entonces dejó de insistir, pero no se metió a ningún cubículo, se quedó esperando en los lavabos.

    Al poco rato llegó alguien más, y por las sombras pude ver que estaban recargados en la pared frente a los cubículos. Me asomé un poco y los vi: era un chavo chaparrito, delgado, de lentes y con uniforme de su trabajo, al parecer era repartidor de alguna empresa, ya que incluso iba con una faja de tirantes de las que usan para cargar cosas pesadas. El otro era un chavo medio robusto, barbón e iba con su cubrebocas puesto. Me miraron y quisieron acercarse, pero no sé, no me llamaron la atención y les dije que no. Entonces los dos se metieron al cubículo con glory hole. No sé si hicieron algo.

    De rato llegó alguien más y se quedó esperando recargado en la pared. Abrí mi puerta para ver quién era, tenía cubrebocas puesto, pero me pareció una cara conocida, así que mejor cerré mi puerta y esperé a que llegara más gente para que se fuera.

    Cuando escuché que el rehilete de la salida sonó varias veces, me asomé y ya se había ido esta persona. Aún estaba el chavo delgado con su uniforme de trabajo y el chavo barbón que llegó con él. Otro vato gordito en el primer cubículo y para mi sorpresa un vato que ya se la he mamado y fajado bastante rico con él. ¡El werito que me gusta! ? Es un chavo como de 28 años, de piel muy blanca, ya adelgazó, al principio de la pandemia me lo topé ya medio barrigón, pero se veía nuevamente esbelto y muy bien vestido, con pantalón de vestir, mocasines y camisa. Siempre va en un Jetta clásico negro (no debería estacionarse frente a los baños).

    Quise acercarme a él, pero como que me reconoció y me rechazó. No sé por qué, pero sí me sacó de onda un poco. El chavo delgado con su uniforme de trabajo se acercó a él. Se sacó la verga el güero y lo dejó mamar, pero a mí no me dejó probar ☹

    Me saqué de onda y me agüité un poco, la neta sí me gustaría conocerlo mejor, aparte de lo sexual, pero en ese momento pues ya no se pudo hacer nada con él, así que me fui al baño con glory hole junto al hombre robusto moreno que ahí estaba. Le puse la verga y me dio unas chupadas muy ricas, luego él puso la suya, pero no me llamó la atención. No la traía parada y no la tenía circuncidada, sólo era un pellejo prieto asomándose jaja. Así que mejor le volví a dar la mía y hacía pausas para evitar que me deslechara pronto.

    Me volví a asomar para ver qué hacía el werito, pero seguía recargado en los lavabos viendo su celular. Los demás ya se habían ido. Volví a acercarme, pero me rechazó de nuevo ☹. Ya no le intenté y regresé con el otro vato que me la estaba mamando. Abrió su puerta y me parece que también era alguien conocido, pero me valió, le volví a poner la verga por el glory hole y me la mamó hasta hacerme venir. Me separé y tiré toda la leche en la taza para no venirme en su boca. Se asomó para verme deslechar, era leche de casi 3 semanas (o más). Me limpié, el werito seguía ahí, pero ya sólo me lavé las manos y me fui. Tal vez al vato moreno robusto le tocó también probar el pito del werito.

    #72424
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    Ayer viernes 20-nov me di una vuelta a los baños de Villateresa a las 5 pm. Siguen solitarios y limpios, no se ven las señoras del aseo cerca. A alguien se le ocurrió quitarle el pasador de uno de los baños con glory hole para ponérselo al baño del fondo, así que me metí ahí y me encerré a esperar que llegaran vatos.

    Al principio entró un wey flaco con botas de trabajo, pero entró al primer cubículo, al parecer a hacer sus necesidades, pero al terminar no salía. De rato llegó otro tipo y se metió al baño de al lado, se bajó el pantalón hasta el suelo, con las piernas muy abiertas y se la empezó a jalar (lo pude ver desde debajo de la puerta).

    En cuanto se fue el chavo delgado, me metí ahí y de inmediato que me bajé el pantalón, me la empecé a jalar. Le puse el pito a este vato de al lado, pero no hizo nada, entonces le pedí a él que me arrimara la verga. Ufff. Qué rico pitote, cabezón, una verga lisa y gruesa. Le olía un poco (a verga) pero así se la mamé, despacito y chupándole esa cabezota, se sentía como chupar una uva sin cáscara. Succionaba su pito para que me lo arrimara más, pero en eso llegaron más personas al baño.

    Estuve haciendo pausas mientras los que llegaban se iban, pero en su mayoría también buscaban faje. Le hice señas al pitudo de al lado para volver a mamársela, y en una de esas se animó, salió de su cubículo y me hizo señas para que le abriera, lo hice, entró y me dio a mamar parado frente a mí. Era un vato maduro, como de 45 a 50 años, moreno claro, robusto y de piernas gruesas y peludas. Le metí mano para pellizcarle sus pezones mientras me metía su troncote a la boca, luego le chupaba sus huevos prietos y le volvía a lamer su vergota.

    Sonó nuevamente la puerta y se regresó al baño de al lado. Me volvió a dar a mamar y esta vez pude notar el sabor salado de su lubricación. Ya casi se venía. Me dio su verga y esta vez me la empujó en la boca, pude sentir cómo abría mi garganta. Llegó alguien más y para que pudiera entrar al baño salí del cubículo

    Al ir a los lavabos me sorprendí porque había muchos weyes, algunos muy guapos y todos esperando faje. Para mi sorpresa ahí estaba de nuevo el güerito que me gusta, ?estaba en los mingitorios, me gusta cómo se viste, entre casual y formal, combinando su ropa con su tono de piel. Iba con un pantalón de vestir café y un suéter como naranja oscuro. Se veía bien. Al lado de él estaba un vato también joven, de complexión atlético, alto y claramente jalándose la verga. Me pareció haberlo visto un momento antes mamándole la verga al güerito al espiarlo por el mini agujero que da a los mingitorios.

    Me vi muy goloso tal vez, pero me acerqué a este chavo para ver si me daba de su verga, pero cuando me notó cerca de él, se retiró y fue a lavarse las manos. ☹ Yo no soy feo y siempre voy limpio, tal vez porque he subido de peso por la pandemia, pero no entiendo el por qué el rechazo.

    Lógicamente el güerito tampoco quiso nada, así que me fui al baño del fondo y me la jalé hasta venirme. Me hubiera gustado al menos entrar nuevamente junto al wey que me dejó mamársela para hacerlo venirse o darnos unos fajes ricos, pero ya no se pudo.

    Al final, mientras me lavaba las manos, el güerito entró a uno de los cubículos con glory hole. Creo que el que estaba al lado era el vato que me dejó mamársela. El que había desocupado el cubículo era un vato alto y gordo, con el peño teñido de rubio, y de gorra. Se veía muy queer (raro, afeminado), además tenía un pantalón muy ajustado de tela cuadrada, como de uniforme de primaria. Me pareció muy divo. Se agachaba y hacía ademanes como para llamar mi atención, pero no me laten tipos así. Me lavé las manos, la boca y me fui.

    #78375
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    Creo que la pandemia ha vuelto más tontos a los que van a sitios de faje. Desde el último relato que escribí hasta el día de hoy (16-dic) he ido como 3 o 4 ocasiones a buscar faje a los baños de Villateresa y a los del estacionamiento Plaza. En los de Villateresa ya pusieron una división de metal en donde estaba el glory hole, pero aún así, en esos baños se puede de todo, no es necesario glory hole para desinhibirse y sacarse la riata.

    En una ocasión fui y pues estaban dos tipos buscando faje. Uno era un tipo muy alto, blanco, de barba de candado, e incluso se estuvo un rato en los mingitorios jalándosela, para ver quién se acercaba. La neta no era muy mi tipo, así que le hice señas al otro que estaba en el baño de en medio, para que abriera. Abrió, era un señor como de 50 años, delgado, moreno, canoso, muy bien conservado. Venía subiéndose el pantalón y yo acerqué mi mano para agarrarle el bulto, pero el wey se hizo el inocente, se abrochó el cierre y dio la vuelta, como para ignorarme y volvió a cerrar su puerta.

    -¡Puuuta!, ¿pues qué quería?- pensé. La neta el otro tipo alto no me latía porque usaba pantalones muy anchos, anticuados, parecían de viejito y no me latió, así que mejor me fui.

    Volví a ir en otras ocasiones más durante la tarde, pero ya no llegaba nadie, o solo iban a orinar y salían, aparte las del aseo siguen merodeando el lugar.

    Fui a visitar hace unos días los baños del estacionamiento Plaza, en el centro, pero siguen estando muy sucios, aparte se meten a fumar y el lugar no está ventilado, y el olor se queda impregnado en la ropa (da asco, la verdad, no fumen en los baños por favor). Llegaron dos tipos pero estaban pendejísimos para dar señas de querer faje. Sólo se sientan y esperan. No se la jalan, no hacen señas, no echan miradas, no entran y salen de su cubículo para insinuar. Demasiado tontos. Me desesperé y me fui.

    Ojalá el ambiente vuelva a encenderse más adelante. Mientras tanto a esperar.

    #82132
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    Fui hoy 04-ene a los baños de la Consti. Sigue habiendo gente ganosa pero ya no saben cómo dar señas de faje, solo se sientan, sin hacer nada, de verdad qué falta de creatividad. Intenté hacer lo mío pero no le latí a un vato que estaba ahí, así que para no perder tiempo mejor me la jalé. En el rato que estuve llegaron 3 tipos a buscar faje aparte de mí, pero ninguno halló la estrategia y mejor se fueron. Lamentable la poca falta de creatividad, mínimo que vean porno de sitios de faje y se dan una idea.

    #82348
    OsitoDePeluche
    Participante
    Puntos: 34

    Algún consejo @hefraperez

    Para hacer un buen cruising ya sea en estos baños o en otro lugar de la ciudad

    Un abrazo

    #96250
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    A finales de enero de 2021 tuve una salida en la tarde y aproveché para ir a los baños de Villateresa. Eran casi las 7 pm y ya estaba oscureciendo. Fui sin planes de nada, pero primero pasé al Oxxo para ver desde lejos cómo estaba el asunto y que no hubiera patrullas cerca. No se veía riesgo, así que me dirigí a los baños y vi que un hombre maduro de lentes entró antes de mí.

    Entrando estaban en los mingitorios un señor ya como de 55 a 60 años, delgado y moreno, en el primer mingitorio más cercano a los lavabos. En el tercer mingitorio estaba un chavito HERMOSO, un güero, de pelo rubio, como de unos 25 años, delgado, no muy alto, como de 1.67, menos de 1.70 de estatura, con pants verde militar, muy ajustado, como que venía del gym y se notaba recién bañado. Iba con un cubrebocas blanco de esos KN-95. Muy guapo a pesar de estar con cubrebocas.

    Era obvio que estaban esperando faje, porque el señor moreno volteaba a ver al güerito y luego volteaba para todos lados, con cara de pervertido. Sólo tenía el pito de fuera pero no estaba orinando. El güerito solo estaba de pie, viendo hacia abajo en el mingitorio, pero sin hacer nada tampoco.

    El primer cubículo estaba ocupado y el segundo también, pero la puerta estaba entreabierta y el tipo de adentro estaba sentado haciendo sus necesidades (aparentemente), aunque me dio la impresión de que se la estaba jalando. Era el señor de lentes, bigotón, que entró antes de mí a los baños. Un señor cincuentón. Después descubrí que tenía la puerta así porque le habían quitado el cerrojo.

    Me fui al baño del fondo y vi que tampoco tenía cerrojo, así que usé una llave larga del carro para ponerla como pasador y cerrar la puerta. Entonces, sin hacer ruido me agaché por debajo de la puerta del baño del fondo y veo que el señor moreno de los mingitorios se acerca al chavito güero y se pone detrás de él (maldito buitre hambriento) y solo veo sus piernas, el viejo detrás del chavito, pegado a él.

    Me saqué la verga, me la empecé a jalar, quité la llave para abrir la puerta y me acerqué a ellos, con el pito de fuera. El viejito se separó y se acercó a mí, como para ver si le entraba a algún faje, pero lo ignoré. Después salió el señor bigotón de lentes que tenía la puerta entreabierta a ver qué pasaba, también iba con el pito de fuera y se fue directo con el güerito.

    ¡QUÉ PINCHE COSA MÁS RICA! El güerito ya traía el pants a las rodillas y tenía puesto sólo un suspensorio azul, dejando ver sus nalguitas blancas, redondas y peludas. Sin pensarlo me acerqué, lo giré un poco hacia mí y me le pegué a su verga como becerro.

    Tenía un pito normalito, de unos 12 cm, sin circuncidar, un poco delgado, muy rosita, igual que él y le olía a perfume. Se notaba que venía recién bañado. También me di cuenta que no se masturbaba mucho porque se batallaba un poco en recorrerse su prepucio, a pesar de que su verga era delgada.

    El ruco bigotón de lentes ya le estaba arrimando el pito al güerito entre sus nalgas mientras yo se la mamaba. El señor empinó un poco al güero para arrimársela más cerca del ano. En eso salió el tipo del primer baño. Para molestia mía era un señor muy enano que siempre me lo topo ahí. Mide como 1.50, es de tez blanca, peloncito y medio panzón. Parece como un minion jajaja. Me desagrada porque tiene cara de bonachón, como si no se animara a hacer nada de lo que pasa ahí, tiene finta de sacerdote.

    Este señor chaparro se puso a manosearle las nalgas al güerito mientras yo le daba oral y el señor bigotón le arrimaba más el pito para intentar cogérselo. En ese punto estaba tan excitado porque quería a ese cabrón para mí, que quise voltearlo para hacerle beso negro y mamarle todo su culito y nalguitas peludas. Es uno de los hombres más hermosos que he visto ahí, aparte venía limpiecito, perfumado y con ese suspensorio era una delicia verlo.

    Le levanté su sudadera para mamarle los pezones. ¡Qué cosa más deliciosa! El wey con pectorales definidos por el gym, pecho peludo pero recién recortado con máquina, unos pezoncitos rosas muy chiquitos. Bien durito, se notaba que le da duro al gym. Se los mamé, pero los tenía bien chiquitos y como era puro músculo duro, casi no había carnita que succionar.

    El güero se empinó más para que el ruco bigotón se lo cogiera y yo me volví a agachar para mamarle la verga. Justo en ese momento los otros dos rucos (el chaparro y el moreno) le quitaron la sudadera al güero para dejarlo en puro suspensorio y se pusieron a mamarle los pezones los dos. Lo encueraron prácticamente. Éramos 4 cabrones devorándonos a esta delicia de cabrón.

    Me dio tanto morbo que no pude aguantar más y fui al primer cubículo a jalármela y deslecharme ante esa escena tan deliciosa. El ruco moreno fue a verme deslechar y cuando me asomé de nuevo, el señor bigotón estaba poniéndose un condón y el señor chaparro le dijo que se fueran al baño del fondo.

    Se llevaron al güero y el ruco bigotón se lo cogió allá, mientras los otros dos veía y lo manoseaban. Fui a lavarme las manos y en unos momentos salió el señor bigotón a lavarse las manos y se fue. Me asomé y estaba el güero acabándose de deslechar en la taza y atrás de él el señor chaparro también con el pito de fuera, masturbándose.

    Fue algo tan delicioso que me arrepentí totalmente de no haber hecho más o haberme animado a cogérmelo y por dejar que los rucos estos se dieran un festín con esta delicia de hombre. Me acerqué al güero y le pregunté en voz baja si tenía novia. Se veía muy masculino para ser gay. Me dijo que no, salió a lavarse las manos y se fue.

    Hice lo mismo, lo vi irse en su coche. Se estacionó justo frente a los baños. No hagan eso, cuiden su privacidad. Aparte los despachadores de la gasolina le toman fotos a las placas para luego echarles la patrulla cuando los ven ir de nuevo y hacer sus desmadres en los baños.

    #96253
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    Después de haberme arrepentido por no cogerme al güerito de la vez pasada, fui de nuevo a los baños de Villateresa más o menos la primera semana de febrero de 2021. Igual, como a las 7 de la noche. Antes de mí entró un chavo, como de unos 22 años, delgado, guapo, de pants y sudadera gris.

    Cuando entré, estaba el chavo en el mingitorio junto al primer cubículo, parado y sin hacer nada, buscando faje, pero al parecer no le interesé. El primer cubículo estaba ocupado; el segundo y el del final estaban libres. Me fui al del fondo y puse la llave como pasador para cerrar. Me agaché para espiarlos y vi que el chavo seguía en el mingitorio, pero el tipo del primer cubículo estaba masturbándose. Alcancé a ver un poco del tronco de su verga morena ser manoseado de arriba abajo.

    Abrí mi cubículo, me acerqué al de él y le hice señas con el pie para que abriera y así lo hizo, un poco inseguro. Era un vato como de unos 28 años, fornido, moreno, espaldón, gordibueno si se pudiera decir, pero más bien era robusto, porque no tenía mucha panza, pero sí una espaldota y un pechote de macho robusto. Mediría como 1.75. Le hice señas para irnos al cubículo del fondo, salió y me siguió.

    Iba con una playera polo azul rey, pantalón de mezclilla y botas de trabajo. Ya estando ahí adentro le agarré el paquete y el wey se desabrochó el cinto y se bajó el cierre. Noté que el chavo se quedó afuera, como para observarnos. Pensé primero en invitarlo, la neta estaba guapo, pero no quise que pasara lo de la otra vez, así que cerré un poco más la puerta, dándole a entender que no quería que nos molestara.

    El vato fornido sabrosote ya tenía el pito de fuera, traía un bóxer negro y sólo se había sacado la verga, gruesa, morena y cabezona, muy rica. Me acerqué y me hinqué a chupar. La tenía bien rica y de buen grosor. Quise ver más y le bajé poco a poco su bóxer para que me dejara ver sus huevos.

    ¡Ahh! Pinches huevotes que se cargaba. Morenos, el escroto bien durito, sin estar flácido y los huevos grandísimos, yo creo es de los vatos más huevudos que he visto. Empecé a lamerlos, chuparlos. No me iba a caber ni siquiera un huevo entero en la boca. Le succioné uno, pero al wey como que no le gustó, creo que le dolió y se molestó un poco. Luego me puse de pie y le levanté la playera. Tenía unos pechotes deliciosos morenos y con el pezón prieto y bien grueso. Les di unas mordiditas mientras se la seguía jalando. Ese vato era como para tenerlo en la cama boca arriba y darse de sentones en su vergota o estar con mis piernas en sus hombros y que me embistiera con sus huevotes, pero por el lugar sólo quedaba hacer oral.

    Volví a hincarme a mamársela, pero cometí el error de chuparle el otro huevo y le volvió a doler, se quejó y se molestó. Se guardó la verga.

    -Déjame terminar- le dije en voz baja.
    -Ahorita, aguántame- me dijo y salió, se fue a lavar las manos y a limpiarse la verga con papel húmedo y se volvió a meter al primer cubículo. El chavo guapo estaba en los lavabos, pero ya ninguno de los dos le hizo caso.

    Me dio un poco de frustración, el vato ya no iba a querer, así que me la tuve que jalar y deslecharme yo solo. Al terminar y salir a los lavabos, el chavo guapo ya se había ido y el vato huevudo seguía en el primer cubículo, pero al parecer ya no iba a salir o a querer nada.

    Me fui a lavar las manos y en ese momento entró alguien. Pero era un tipo HORRIBLE jajaja. Ya alguien había mencionado antes que esos baños los habían quemado porque iba seguido un gordo afeminado de pelo pintado de rosa. Y era ese el que llegó jaja. Un tipo gordo muy alto, como de 1.85, moreno y de pelo teñido con rayos como rosas. Parecía como samoano, como los de la película de Lilo & Stitch, pero en gay jajaja. Se fue al mingitorio junto al primer cubículo, se la sacó para dizque orinar y me volteó a ver, pero yo me fui (ni madres que le iba a hacer caso, estaba muy feo ese)

    Me fui, pensando que al otro vato le iba a tocar fajar con ese grandote, por exigente le llegó alguien más feo jeje.

    #96254
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    El pasado lunes 15-feb-21 fui a los baños de Villateresa, un poco antes de las 8 pm. La hora perfecta, cuando las señoras del aseo están por irse y empiezan a llegar los vatos cachondos. Al llegar al lugar, este estaba solo, así que aproveché para irme al baño del fondo y esperar. No tardó mucho tiempo en entrar una persona y meterse al primer cubículo.

    Después de esperar un poco y notar que no hacía sus necesidades, me agaché por debajo de la puerta del baño del fondo para espiarlo. Era un tipo que iba con pantalón de mezclilla y unas botas color arena. Estaba con las piernas muy abiertas y los pies juntos, se la estaba jalando, pero no alcancé a verle bien el pito. Tal vez estaba viendo porno con su celular en la mano izquierda y con la derecha jalándosela.

    Salí del baño del fondo y me acerqué, le hice señas con el pie debajo de su cubículo para que abriera. Se puso de pie y abrió. ¡Ohhhh, y qué sorpresa tan buena era! Se trataba de un vato como de unos 25 años, robusto (gordito, tipo oso), blanco, güero, de pelo rubio, pero color como cobre y barba de candado pelirroja, de verdad que era un vato HERMOSO, aparte de eso tenía ojos azules. No sé de dónde haya salido ese gordito pelirrojo, pero lo único que pensé al verlo fue “WEEEY, LO QUIERO DE MARIDO, ¡A ESTE SÍ LO MANTENGO!” Además de eso era casi de mi estatura, no era alto, mediría como 1.68, de mucho 1.70.

    Iba con camisa de cuadros y un morralito. El wey ya traía el pantalón a las rodillas y se le veía su verga güera, color rosita, colorada por estar jalándosela. Me acerqué un poco más a él.

    -Está muy solo ¿verdad? – le pregunté, haciendo referencia a que estábamos nosotros dos nada más. Pinche frase sin sentido, cuando en realidad lo único que quería era devorarme a ese gordito.
    El wey sólo asintió con la cabeza, pero se la volvió a jalar y yo, sin decir palabras, me hinqué, busqué con mi boca la cabeza de su verga y me puse a mamar.

    No era muy vergón, tal vez era más o menos del tamaño de mi verga o un poco más grande, de unos 12 o 13 cm, pero el gordito estaba hermoso y quería probar todo de él, así que me puse a darle una mamada lo mejor que pudiera, recorriendo con mi lengua su glande y luego chupando y succionando todo, metiéndomela hasta el fondo.

    Me sujeté de sus piernotas peludas para mamársela más rápido, embistiendo mi boca contra su verga. Tenía unas piernotas y nalgotas muy ricas. El wey me sujeto de la cabeza mientras yo pellizcaba sus pezones y me empezó a embestir ahora él, moviendo su cadera y empujándome el pito por la boca.

    Me excité demasiado, así que lo sujeté de las caderas y lo volteé para que me mostrara su culote. Quería mamárselo. Volteó, pero no me agradó mucho. Sí estaba nalgón, pero las tenía muy peludas y como sudadas y enrojecidas por estar sentado mucho rato. Así que mejor volví a voltearlo de frente y me paré, le desabroché su camisa y me puse a mamarle un pezón. Los tenía bien grandotes y carnosos. Mientras hacía eso se la seguí jalando y me puso bien caliente escucharlo jadear mientras lo masturbaba y le chupaba sus pezones. ¡Qué rico machote!

    El wey ahora me volteó de espaldas, me puso su mano en la espalda para que me empinara y me arrimó su pito al culo. Le dije en voz baja que sólo lo rozara y el wey me dio varios vergazos entre mis nalgas, sin meterla. ¡Qué rico!

    Por mala suerte sonó la puerta de la entrada. Me fui al baño del fondo y él cerró su cubículo. Esperé a que se fuera la otra persona, pero no se iba. Me agaché con discreción desde el baño del fondo y pude ver a una persona de pants negro y tenis blanco en los mingitorios, junto al baño donde estaba el gordito. A los pocos segundos escuché una risita (de joto) y que el gordito abrió su cubículo.

    Salí en silencio del cubículo del fondo y el tipo de pants se regresó al mingitorio. ¡¡Sorpresa de nuevo!! Era el güerito de suspensorio que había visto semanas atrás. Era como una fantasía. Dos cabrones que me gustaron, hermosos y cachondos en el mismo lugar. El gordito volvió a abrir su cubículo y se acercó el güero de pants. Se la jaló al gordito y luego este le bajó el pants al güero sabroso. Así, enfrente de mí, sin ninguna pena. Será porque el oso ya sabía que yo iba a lo mismo y el güero ya me había visto antes y yo le había dado una mamada.

    El gordito volteó al güero de espaldas, lo empinó y le puso la verga entre las nalgas, justo como lo había hecho conmigo hace unos momentos, sin meterla, solo rozarla, luego él sí se agachó (con un poco de dificultad) y le dio una chupada de culo, sin pensarlo. La neta ese güero está para chuparlo de pies a cabeza. Pensé en unirme a ellos y entre los dos fajarnos al güerito, pero se escuchó a alguien querer entrar y el gordito se subió el pantalón, se lavó las manos y se fue. El güero también se puso al lado mío para lavarse las manos.

    -¿Cuántos años tienes?- le pregunté en voz baja, con curiosidad, desde la vez pasada quise saber más de él.
    -¿Cuántos se me ven?- me preguntó, con un tono un poco afeminado (no importa, igual está bien sabroso el cabrón).
    -¿27…?- le dije, adivinando.
    -No… tengo 37- me dijo.

    Me sorprendí, la neta el wey se ve más joven y conservado que yo, pero al sonreír él, si noté algunas arrugas en sus sienes. Tiene cuerpo de veinteañero el cabrón, de gym y sabrosísimo. Le quise pedir su número, pero me pareció muy atrevido, así que lo dejé irse y salí casi atrás de él. Justo en ese momento llegó otro vato con cara de cachondo, pero yo me fui. Vi al güerito irse en su coche que estacionó justo enfrente de los baños (no hagan eso si quieren mantener su privacidad).

    Llegando a la casa lo primero que hice fue jalármela hasta deslecharme con dedicatoria a esos dos cabrones tan hermosos.

    #96257
    hefraperez
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    El sábado 27-feb-21 fui a los baños de la gasolinera de Villateresa. Es raro que vaya un sábado o domingo temprano, sobre todo en estos tiempos de contingencia, porque no tendría motivos para estar en la calle a esa hora y en ese lugar. Eran las 2 de la tarde. Afuera de los baños sólo estaban 2 coches estacionados, tal vez de alguien que estuviera adentro.

    Entré y aparentemente estaba sólo el lugar. Únicamente el baño del fondo se veía entrecerrado. Por cierto, les quitaron el cerrojo al segundo y tercer baño, aparentemente para que no los puedan usar porque no cierran y evitar que se metan a fajar ahí. Sin embargo, he notado que, al contrario, les ha servido para ser más exhibicionistas, pues muchos se meten a los baños, haciendo la finta de que van a hacer sus necesidades y dejan la puerta entreabierta, pero si alguien se asoma a ver si está desocupado el baño, se masturban. Con eso tienen el pretexto de que quien los ve no tendría por qué haberse asomado y de ahí se produce el acercamiento y el faje.

    Justamente eso pasó hoy. Me acerqué al baño del fondo y vi a un hombre de pie. No estaba orinando, pero por el movimiento de su brazo noté que se la estaba jalando. Me volteó a ver, pero yo me fui a los lavabos un momento, para ver si el tipo salía o seguía adentro.

    No salió. Me volví a acercar y ahora si lo vi que estaba de pie con la reata de fuera, jalándosela con fuerza. Era un hombre maduro, como de 50 años, muy delgado pero correoso, de pelo ya casi blanco. No era un anciano aún, pero en ese proceso andaba. El wey la neta sí tenía buena verga, y la traía rasurada. Le mediría unos 16 o 17 cm ya parada, grosor normal, pero por estar muy delgado se le notaba más gruesa. Me acerqué a él, sin dejar de ver su verga. Acerqué mi mano a su verga como si fuera un cachorro que quisiera acariciar, pero el wey se guardó el pito y se puso alerta, con su mirada me dio a entender que le dijera si venía alguien.

    -No viene nadie- le dije en voz, baja, para que se relajara y me dejara agarrarle el pito.
    El wey me vio, me volteó contra la pared y me empinó un poco, para que parara el culo, sin decirme nada, ambos con el pantalón puesto. Me sujetó de los hombros y me arrimó su pito, así, sin sacárselo del pantalón, me dio unos tallones de su paquete contra mis nalgas. Se le notaba su pito largo y duro, doblado hacia la derecha, rozar contra mi trasero.

    Luego me tomó de la cintura y empezó a darme embestidas con fuerza. Se notaba que estaba bien cachondo y desesperado por coger. Estaba por decirle que si quería me podía rozar su pito en el culo, pero en vez de eso le dije que me esperara un momento (fui por un poco de papel húmedo y jabón para asearme el ano jeje)

    Me limpié en el baño de al lado. De hecho, en ese momento entró otra persona a los baños, pero sólo a orinar y se fue pronto. Estaba temiendo que se fuera este señor flaquito cachondo, y en cuanto me volví a asomar, me sorprendí por lo que vi (y me excité también). El hombre estaba casi desnudo, de pie, jalándosela. Se había quitado la playera y una como chamarra delgada que llevaba, y tenía el pantalón a medias nalgas, mostrando todo su pitote bien parado, ahora jalándosela viendo hacia la puerta, como para que quien se asomara lo viera masturbarse bien cachondote. Estaba muy delgado pero aceptable, sabroso, la neta si se me antojó para coger.

    Me bajé el cierre del pantalón y me saqué la verga yo también para jalármela. Me acerqué a él, pero me hizo señas de que no lo hiciera, de que estuviera atento por si llegaba alguien. Como pensé que no quería ver mi verga, entonces me bajé el pantalón a las rodillas y sin entrar aún al baño del fondo me puse de espaldas a él y me empiné para mostrarle mi culote.

    -Ahhhh- escuché como gimió el vato, como entre sorpresa y excitación. Volteé a verlo y el wey se la estaba jalando con mucha fuerza, casi pensé que se iba a venir y echar su leche sobre la pared.
    -¡Quiero cogeeeer!- dijo con desesperación y entre dientes. Me dejó entrar nuevamente y me volvió a poner de espaldas contra la pared, volteé a verlo y estaba sacando un condón. Antes de que hiciera algo me acerqué y le dije:
    -No creo que te la aguante, si quieres nada más la rozas-, pero lo vi demasiado decidido a metérmela. El wey me empinó más y me revisó el culo, pensé que me iba a dar beso negro, pero tal vez lo revisó para más higiene. Ya estaba preparándome mentalmente para ser penetrado.
    -¿No traes lubricante?- me preguntó.
    -Noo, no traigo. Métela despacio porfa- le dije con un poco de temor, el wey ya traía el condón a medio poner. Se lo puso, se acercó, yo me empiné más y traté de relajar el ano.

    El wey me la arrimó, buscó mi ano con la punta y poco a poco me la metió. Me entraron como unos 10 cm cuando sentí que ya no iba a entrar más adentro sin lubricante. Se la apreté con el culo por los nervios.
    -Despacioo, despacioo- le dije con temor.
    El wey me empezó a dar unas embestidas leves, y yo tratando de no ponerme nervioso para que no me doliera y midiendo al vato para que no me embistiera brutalmente.

    Se escuchó ruido como de coches estacionándose, pero lejos de los baños, y este vato se asustó. Aparte lo noté algo decepcionado, tal vez quería embestirme a más no poder, como en los videos porno, pero pues no se puede así de golpe. Me la sacó, tiró el condón y se la guardó. Traía incluso un calzón tipo tanga, de esos que venden en las tiendas eróticas, hecho de malla (red) y se le notaba todo el pito y huevos guardados ahí. Se la quise mamar, pero el wey estaba como muy nervioso y se fue.

    Me dejó a medio calentar y con el culo semi abierto. Lo único que pude hacer fue sentarme en la taza, pero al revés, como lo hago cuando me la jalo con fuerza, viendo hacia la pared de atrás de la taza. Me imaginé ese pitote embistiéndome con fuerza mientras me la jalaba hasta deslecharme. Justo al terminar alguien entró al baño, así que fui rápidamente a colocar una llave larga del carro para que sirviera como cerrojo y terminar de limpiarme. Terminé y me fui. Aún con mis ganas de sexo sin satisfacer.

    #96258
    hefraperez
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    El martes 02 de marzo tuve que hacer un pago al banco Santander, a eso de las 11 am. Maldito banco, tardan montones en atender. Fui primero al de Altaria, pero antes de formarme fui a los baños, para ver si aún estaba la placa metálica en el piso que permite verles la verga y el culito a los que están ahí.

    Ya remodelaron los baños del primer piso, incluso pusieron unos baños “familiares” que son como un pasillo con varios cubículos y un lavabo. Me parecen incómodos y demasiado visibles, además que son unisex. Pienso que los pusieron para los trans. El caso es que en los baños normales estaban todos los cubículos ocupados y no salía nadie, así que mejor fui a los de Sanborns. Estaban solos y aún no los lavaban, me la jalé y me desleché en el cubículo de minusválidos, luego fui al banco ahora sí a formarme. Una pinche hora y nada. Fui al de Pulgas Pandas y la misma situación, además de que hacía un calor infernal. Luego fui al de Avenida Universidad y ahí estaba solo, pero el pago se había vencido y con mucha frustración fui a los baños de la Constitución, como a eso de las 2 de la tarde.

    Tal vez ni se iba a poder hacer nada, pero mi intención sólo era ir a deslecharme de nuevo y sacar mi coraje. Fui al Oxxo a poner saldo y vi que entró a los baños un tipo robusto, moreno y gordito. No se veía afeminado, de unos 25 a 30 años.

    Entré a los baños y después de hacerle señas por debajo del cubículo nos fuimos al baño del fondo a jalárnosla. El vato tenía una verga prieta muy pellejuda, con el prepucio muy cerrado y me dijo que no se le podía recorrer. Le dije que debería hacerse la circuncisión para que se le recorriera y poder jalársela bien. El wey me dejó mamarle sus tetas, con unos pezonzotes grandes, duros y prietos. Luego él me las chupó.

    -Pinches chichotas que tienes- me dijo con morbo, pero el wey hablaba afeminado, me cortó la inspiración.
    -Mámamela- le dije, pero el wey no quería. Luego él me tomó del hombro y me empujó hacia abajo, para que yo me agachara a mamársela, pero le dije que no me latía mucho. La neta me daba asco su verga, si no se le recorre la ha de tener toda mugrosa, aparte hablaba muy hembra.

    Se fue el vato y yo me la volví a jalar solo. En la puerta puse la llave como cerrojo. Me estaba limpiando la verga con papel húmedo cuando alguien entró al baño y se fue directo al del fondo. No se sí lo hizo a propósito, pero intentó entrar al baño y la llave se cayó del cerrojo. Era un chavo como de unos 20 años, flaquito y con barba de esa que nada más les cubre la papada. Me vio con el pito de fuera.

    -Está ocupado- le dije.
    El wey se fue y se metió al primer cubículo. Yo terminé de limpiarme, salí a lavarme las manos y lo vi que me estaba espiando por el agujerito del primer cubículo mientras yo me lavaba las manos. La neta después de 2 deslechadas y ya con mucho fastidio y calor, no quise seguirle el juego y me fui.

    #96259
    hefraperez
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    El pasado miércoles 10-mar-21 tuve que salir a un asunto fuera de la ciudad, a un municipio al norte del Estado. Al regresar, como a eso de las 2 de la tarde, decidí pasar a los baños de Villateresa para ver qué me encontraba. Sé que es mal horario, pero siempre puede haber sorpresas.

    Los baños estaban solos, me limpié mis partes con agua y jabón y fui al baño del fondo. Como no tiene cerrojo, uso una llave larga para ponerla como pasador. Al poco rato llegó una persona y entró al primer cubículo, el único que queda con cerrojo. Me agaché desde el baño del fondo para espiarlo, pero no hacía nada. No se veía que se estuviera masturbando.

    Para acelerar las cosas salí un momento a los lavabos y volteé a ver su cubículo. Hay un pequeño agujero para espiar y se puede notar desde lejos cuando la persona del primer cubículo se asoma para espiar a los de los lavabos o mingitorios, además de la silueta que se ve en las divisiones de los cubículos. Sí percibí que se asomó por el agujerito.

    Me lavé las manos y regresé al baño del fondo. Esta persona abrió su puerta y salió un poco antes de que yo cerrara el baño del fondo. Como no pude poner la llave como pasador, dejé entreabierta la puerta y en cuanto me asomé el vato se acercó y le abrí. Era un señor como de unos 45 años, delgado, algo canoso, de buen aspecto, varonil.

    En un principio como que le dio pena y se quiso hacer el que no sabía, pero sólo le hice una seña con la mano para que se acercara y el señor se arrimó y lo agarré del paquete para que no se fuera. Me saqué la verga del pantalón y él también. Nos la jalamos un poco cada quien y luego le acerqué la mano para que me dejara tocar. El señor tenía una verga circuncidada, con forma de hongo, muy cabezona, de esas que duelen de a madres cuando entran por el culo, parecen destapacaños jaja.

    Se la jalé, aún no lubricaba, pero ya le estaba creciendo. Necesitaba una mamada para pararla al 100.

    -¿Eres casado?- le pregunté en voz baja.
    -Sii- me dijo,
    -¿tú también?- me preguntó.
    -Noo. ¿Vienes seguido?- Le pregunté.
    -No, pero ya no se puede- me dijo un poco decepcionado, refiriéndose a que ya no había glory hole.
    -Sí se puede, pero sólo aquí, en el pasillo y los mingitorios- le dije en voz baja.
    -¿Te gusta mamarla?- me preguntó, con algo de insistencia en su voz.
    -Sí, pero ahorita no- le dije, (tenía un poco de malestar en la garganta y no me quise arriesgar).
    -Si quieres dejo que me la roces en el culo, sin meterla- le dije para que se hiciera el faje.

    El señor aceptó, se la jaló y yo me bajé el pantalón a las rodillas, le di la espalda y me empiné. Noté al señor mirarme y seguírsela jalando.
    -Ya estuvo- me dijo. No entendí, pero como que noté que guardó su celular. No me fijé bien. Espero que no me haya tomado foto de mi culote para jalársela en privado.

    El señor fue a lavarse las manos, no me dio ninguna explicación y se fue. Me quedé con la duda y aún caliente, así que tuve que hacerme justicia por mi propia mano. Si no le gusté me hubiera dicho.

    #98164
    hefraperez
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    El pasado lunes 22-mar-21 fui a los baños de la Consti a eso de las 7 pm. Estaban solos y muy limpios. Parece que entre semana antes de las 7 no va casi nadie. Algo de lo que me pude dar cuenta y me dio un poco de coraje es que ya hicieron 2 agujeros para espiar, más o menos grandes. Uno en la puerta del cubículo de en medio y el otro en el primer cubículo, viendo hacia los mingitorios. Son hoyos grandes, caben fácilmente dos dedos. No tardan en hacerlos más grandes y convertirlos en glory holes. Lo malo es que con esto alertan a las señoras del aseo y puede que pronto clausuren esos baños o se pongan aún más estrictos con la vigilancia.

    Me fui al baño del fondo y al poco rato entró alguien. Se fue al baño del fondo, vio que estaba cerrado (lo cierro con una llave del carro a manera de pasador) y vi por su sombra que se agachó a espiarme. Fue a los lavabos y al poco tiempo regresó y tocó mi puerta para que le abriera. Era un chavo como de unos 25 años, algo afeminado, pero no era feo. Vestía un pantalón de mezclilla negro demasiado ajustado (no me gusta ver hombres con ese tipo de pantalones, sus piernas parecen como salchichas retorcidas de tan ajustados) además ya casi ni se usan. Tenía tenis y playera blanca y el pelo teñido de gris (su apariencia gritaba que era gay).

    Yo iba con el pito de fuera jalándomela y él estaba más o menos a la altura del primer mingitorio, también agarrándose el paquete por encima de su apretado pantalón. Me acerqué a él y me dejó manosearle su paquete y con mi mano derecha me fui a sus nalguitas y le di varios apretones. En eso sonó la puerta de entrada y me regresé rápido al baño del fondo.

    El vato que entró se metió al segundo cubículo, al que le hicieron agujero para espiar en la puerta. Yo abrí mi puerta para que el chavo de pelo gris se acercara y seguir fajando, pero no se animaba porque el otro nos iba a ver por el agujero. Al final se acercó y como el del cubículo no hacía nada, le hizo señas para que abriera. Era un chavo también como de entre 23 a 25 años, más robustito (un poco gordito) con pantalón de mezclilla y camisa de cuadros, más varonil, como que venía de su trabajo y ya tenía el pito de fuera.

    Los tres nos empezamos a jalar la verga, primero el chavo de pelo gris al robustito y yo por mi cuenta jaja. Luego el de pelo gris se sacó el pito, era el más pitudo de los 3 (lástima que se veía bien pasivo). Una verga larga, de unos 16 cm, blanca, circuncidada y cabezona, parecía como un panqué. Me acerqué a él y me quise agachar para mamársela, pero no me dejó, sólo nos la seguimos jalando. Entonces le agarré la verga al gordito, le medía más o menos lo mismo que a mí, unos 12 cm, normalona. Se la jalé rico pero como a los 10 segundos me detuvo, se volteó y se fue a deslechar a la taza. Yo creo que era primerizo. El chavo de pelo gris fue a asomarse para verlo deslecharse. Se fueron a lavar las manos y se retiraron.

    Me quedé solo y a medias. Ya me quería ir así que me la jalé hasta deslecharme. Me limpié y cuando ya iba de salida, decidí esperar un momento más para ver quién llegaba. Si me agradaba me quedaba y si no, me iba.

    Llegó un wey como de unos 28 años, medio estrafalario. Iba de short azul oscuro de tela como de pants y con una playera delgadita. Medio barrigón pero se le veían sus nalguitas bien paradas. Se me hizo extraño su corte de pelo, lo traía de mohica, rapado de los lados y solo con una franja de pelo en medio. Ese corte ya no se usa, salvo por los punks y rockeros intensos.

    El wey se metió al primer cubículo y no hacía nada. Yo estaba esperando a que se asomara por el nuevo agujero que hicieron, pero no lo hizo. Me fui al baño del fondo para agacharme a espiarlo, pero no se notaba que se la jalara, no se bajó el short por completo y tapaba sus piernas. Me fui al primer mingitorio junto a él y noté que se estiró para espiarme por el agujero más chiquito. Entonces le hice señas con el pie y me abrió.

    El wey ya estaba parado con el pito de fuera, pero aún no se le paraba por completo. Una verga delgada, mediana, de unos 13 cm y sin curcuncisión. Me acerqué y la tomé. Se la recorrí despacio con la mano y pude ver su cabeza rosadita. Un poco más larga que la mia, pero con la cabeza más pequeña. Lo masturbé y luego me acerqué a su oído:

    -Te dejo que me la roces en el culo, pero sin meterla ¿va?- le dije.
    El vato me volteó de espaldas a él. Me bajé el pantalón y me empiné. Sentí que me la arrimó pero el rozarla así en seco no iba a funcionar. Sólo sentí la punta de su verga calientita y empezando a lubricar por encima de mi rajita. Como no se movía ni me la restregaba entre mis nalgas, me subí el pantalón y me volví a acercar a su oído:

    -¿Y si mejor me das unas embestidas así con todo y ropa, como si me cogieras?- le volví a proponer.

    Se subió el short y yo el pantalón. Me puse de espaldas a él. Se acercó a mí, me tomó de la cintura y me empezó a embestir contra mis nalgas. Yo me sujeté de la puerta para no perder el equilibrio. Después de esos empujones me calenté, volví a ponerme frente a él y le agarré la verga. Se la sacó y se la seguí jalando. Le levanté su playera para chuparle sus chichitas. Sólo lo oía gemir en voz baja y eso me prendía más.

    -¿Te gusta mamarla?- me preguntó.
    En un principio me negué, pero después de volverle a chupar sus pezones me hinqué y me la metí a la boca. Era una verga pequeña, un poco más larga que la mía (unos 13 cm) pero delgada. Esta vez lo escuché gemir con más fuerza. Ese sonido que hacen los hombres como si se ahogaran cuando les das la primera mamada me excita demasiado y me motiva a darles la mejor mamada que pueda.

    Le chupé su pito, desde la cabeza hasta el fondo y sus huevos, teniendo cuidado de no succionar con fuerza para que no lo lastimara. El wey sólo disfrutaba y al volver a mamársela me embistió la boca. Me sujetó de la cabeza y empezó a empujarla y sacarla de mi boca, moviendo sus caderas y provocando que mi boca hiciera un ruido pegajoso, como si cogiera un culito o una panocha bien mojada.

    Me sujeté de sus nalgas. ¡¡NO MAMES!! Unas nalgas durísimas como piedra, bien paraditas y como picudas, lisitas y sin vello. Me volví a parar para seguirle mamando sus tetas ricas.

    -¿Te gusta que te la mamen?- me preguntó.
    -Casi no- le dije.
    La verdad sí me gusta, pero en ese momento quería hacerlo gozar a él, así que me volví a agachar a mamársela. El wey se la empezó a jalar mientras se la chupaba. Ya casi se venía.
    -¿Los quieres en la boca?- me dijo bien excitado mientras se la jalaba y yo le chupaba su cabecita. No le respondí pero me separé. En eso puso en su mano izquierda algo de papel de baño y segundos después echó unos chorrotes de leche sobre el papel. Por poco y me los echa encima de la ropa.

    Lo dejé que se limpiara. Me fui a lavar las manos y esperé en el baño del fondo. Cuando salió, mientras se lavaba las manos volví a acercarme a su oído:

    -Tienes unas nalgas bien ricas, ¿me dejas verlas?- Le dije.
    El wey sonrió y dijo que sí con la cabeza. Se fue al baño de en medio y así con la puerta abierta volvió a bajarse el short. Ya tenía la verga y los huevos flácidos, después de haberse venido. Me agaché y con mucho cuidado volví a meterme su pito a mi boca, ya flácido. El wey volvió a hacer ese gemido ahogado, pero al poco tiempo me separó con su brazo para que ya no se la chupara (a todos nos queda sensible después de deslecharnos), así que mejor le chupé sus huevitos colgantes. Después de eso lo volteé de espaldas ¡Woow! Un culito moreno, lampiño y bien apretadito. Sus nalgas estaban tan pegadas y duras que incluso era algo difícil separárselas con una mano. Las besé, las lamí, les di unas leves mordidas. Yo quería ahogarme entre ese culote duro y macizo, pero me dio al impresión de que no venía preparado.

    Me puse de pie y así, teniéndolo de espaldas, le dije al oído:
    -¿Te la han metido?- le pregunté imaginándome ese culito siendo perforado por una verga.
    -Nooo- me dijo medio sonriente, con algo de pena.
    -El que te la meta va a gozar mucho- le dije, ya bien cachondo y con ganas de darle una mamadota de ano.

    Me ensalivé un dedo y lo acerqué a su culito para intentar dedearlo, pero no me dejó. Volvió a voltearse de frente. Le di otras chupaditas de verga, se subió el short y se fue. Yo me quedé caliente, así que me encerré en el baño del fondo y me la volví a jalar hasta deslecharme. Ya al llegar a la casa hasta me temblaban las piernas de cansancio. ¡¡Qué rico cabrón!! El wey anda en Grindr y se describe como inter pasivo. Está sabrosote para como me gustan a mí (robustitos y nalgones, no afeminados).

    #102426
    hefraperez
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    El pasado martes 06-abr-21 fui a los baños de Villateresa, poco antes de las 7 pm. Justo al estacionarme en una calle cercana, una camioneta oscura tipo deportiva se estacionó detrás de mí. Al salir y dirigirme a la gasolinera, vi que la persona de la camioneta era un señor maduro que siempre va a esos baños. Un señor moreno claro, pelón, medio encorvado que siempre va de mirón y suele estorbar la mayoría de las veces (“mierda, ya vio mi carro, a ver si no se pone de intenso a tomarle fotos a las placas o algo así”, pensé).

    Para variar, justo al dar la vuelta para dirigirme al Oxxo, me topé con otro señor de los que siempre están ahí. Un señor moreno, chaparro, de pelo chino y ojos verdes, panzón, que siempre anda ahí buscando faje. Parece pasivo el wey. Ya iba de salida, pero eso me indicaba que sí hubo acción al menos hace un momento en los baños. Esperé en el Oxxo a que el señor de la camioneta entrara primero a los baños. Luego entré yo. Tratando de ser lo más discreto posible.

    Estaba el primer cubículo ocupado por alguien de pantalón de vestir y mocasines cafés. Ropa formal pero no muy juvenil. Tal vez un señor bien vestido o un oficinista (godinez) saliendo del trabajo. En el baño del fondo estaba el señor encorvado de la camioneta. Como saben, la puerta no tiene cerrojo, así que no pudo cerrar y mejor se salió al baño de en medio, junto al vato bien vestido. Por cierto, el viejito venía con pants muy juvenil para su edad.

    Me fui al baño del fondo, ni cerré, porque ya sabía a lo que iba cada quien. Me saqué la verga y me la empecé a jalar. Me puse enfrente del cubículo del señor encorvado y por el agujero que hicieron para espiar le mostré mi verga, incluso intenté abrir su puerta, ya que tampoco tenía cerrojo y la tenía medio abierta, pero le había puesto un llavero de alambre en espiral para cerrar.

    Me fui entonces al mingitorio al lado del primer cubículo y me la seguí jalando, hasta que vi que la persona al lado se inclinó para espiarme por el agujerito. Entonces le hice señas con el pie y con la mano debajo de la división para que me abriera.

    Así lo hizo. Abrió y me recibió con el pito de fuera, ya parado. Era un señor entre 45 a 50 años, delgado, moreno, de pelo muy corto y con uno de esos parches de canas que les salen a algunas personas. Parecía como un maestro de esos de municipio (de ranchitos). Iba bien vestido, pero con colores un poco exagerados (camisa morada). Traía ya su pito grueso y moreno bien parado, asomándose entre el cierre de su pantalón negro de vestir.

    Me acerqué y con suavidad le empecé a jalar su verga. No tardó en tomarme del hombro y empujarme hacia abajo, para que se la mamara. Me agaché, se la olí y le di un vistazo previo (todo bien) y me la metí a la boca. Era una verga circuncidada, cabezona, parecía una mantecada y se sentía muy rico en la boca, con mis labios pude sentir los bordes de su cabezota a cada mamada que le daba, haciendo un ruido pegajoso a cada metida y sacada, como si mi boca fuera una panocha mojada.

    Me sujeté de sus nalguitas, bien lisas y medianitas. Me comenzó a embestir la boca y en eso se asomó el viejillo que estaba al lado. Se puso detrás de mí y empezó a observarnos. Luego se acercó y empezó a desabrocharle la camisa al señor.

    Pinche ruquete metiche, casi me quita para poder alcanzar a manosear al señor. Después de una pausa que hice, ¡no le va agarrando la verga al señor mientras yo todavía no me la sacaba de la boca! Con ganas de correrlo a mentadas de madre al cabrón zopilote este.
    Me levanté a mamarle un pezón al señor. Estaba bien lampiño y tenía sus pezones bien prietos y colgantes. Le mamé uno y me volví a agachar a mamarle la verga y sus huevos, teniendo cuidado de no succionarlo fuerte. Luego el señor se la empezó a jalar mientras le mamaba la cabeza de su verga, pensé que ya se iba a venir.

    -¡Cómetelos, cómetelos, están bien ricos!- dijo el viejo encorvado que nos estaba viendo.
    Yo no trago semen, si he dejado que se vengan en mi boca algunas veces, pero la verdad solo los retengo un poco y luego los escupo cuando se van, para que no se molesten. Ya tenía mucha saliva guardada en la boca, y como no trago saliva cuando la mamo, me levanté y fui a escupirla al baño del fondo.

    No tardé ni 10 segundos y ya estaba el pinche ruquito hincado dándole unas mamadotas al señor. Ni modo, este buitre me quitó ese pito. Me regresé al baño del fondo y vi que el viejo encorvado se levantó y se puso de espaldas al señor, se bajó el pants y ambos se acercaron. Ya antes he visto que hacen la finta de meterla a pelo, pero sólo la rozan entre las nalgas. El señor moreno se la arrimó al viejo encorvado y empezó a darle sus metidas (o rozones, no supe qué fue porque los vi detrás de la puerta, sólo vi sus siluetas).

    El viejo pasivo empezó a gemir muy cachondo y algo fuerte. Pensé en decirle que se callara, pero me excitó más el saber si realmente se la estaban metiendo a pelo. Eso me motivó a darme unas jaladotas y venirme en el baño del fondo. Me limpié y justo al salir escuché que la señora del aseo estaba abriendo la puerta de la entrada con la llave. El viejo pasivo se fue rápido a lavar las manos y salió. Yo hice lo mismo, pero esperé un poco para no salir justo detrás de él. Me quedé con ganas de deslechar a ese maduro, que siguió en su cubículo, pero me dio asco saber si le dio unas metidas a pelo al viejillo metiche, así que mejor me fui.

    #105519
    hefraperez
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    Hoy 23-abr-21 fui a los baños de la Consti, después de ir a unos pendientes, como a mediodía. Primero me fijé de lejos si se veían las señoras del aseo, pero estaba solo. Entré y no había nadie. Justo antes de ingresar se estacionó un coche blanco junto a la entrada y el vato entró a los baños casi detrás de mí. No lo vi bien. Me fui al baño del fondo y puse una llave del carro como cerrojo.

    El vato se metió al primer cubículo, se sentó y no hizo nada, pero de rato llegó otro wey a cagar al baño de al lado. Esperé a que se fuera y siguió sin hacer nada. Entonces me asomé a los lavabos para ver si el wey me espiaba por el agujerito de su cubículo. En eso se levantó, se subió el pantalón y antes de que saliera me regresé al baño del fondo.

    Se quedó en los mingitorios, parado sin hacer nada (lo vi desde debajo de la puerta del baño del fondo). De rato llegó otro wey y se puso en el mingitorio al lado de él. Supongo que se jalaron las vergas, pero un momento después se fue este vato que entró detrás de mí y se quedó el otro, pero en cuanto se fue el primer vato, este fue a mi cubículo a tocar:
    -¿Está ocupado?- preguntó.
    No le contesté, pero era plan con maña, el otro cubículo estaba vacío. Era una invitación para que le abriera y fajar. Como no le contesté, se fue a los lavabos.

    Me asomé. Era un chacal albañil, iba con su ropa del trabajo. Como iba algo sucio de tierra parecía un viejito, pero no estaba tan grande, tendría unos 30 a 35 años, moreno, robusto y rapado. Me lavé las manos y el wey se quedó recargado en los lavabos viendo a su celular, pero con la mano izquierda se estaba agarrando el paquete, con discreción.

    Me fui al mingitorio junto al primer cubículo, me saqué la verga y me quedé parado, sin hacer nada, fingiendo orinar. Entonces el wey dejó su celular y se paró en el mingitorio al lado de mí, se sacó el pito y se quedó parado también. Traía la verga ya erecta, no era muy vergón, pero la traía rasuradita, morena y limpia. Me asomé y me dejó agarrársela, sin decir nada. Entonces me hinqué y me la metí a la boca, dándole unas chupadas bien ricas.

    El wey se puso un poco nervioso de que nos pudieran ver por el reflejo de los azulejos, así que nos fuimos a los baños del fondo y ahí se levantó la playera y se bajó más el pantalón para dejarme mamarle su pito y sus huevitos prietos. Su verga era de grosor normal, pero de cabeza chiquita. Me embistió rico por la boca y luego se la mamé mientras se la jalaba.

    Como yo también me estaba masturbando, ya casi cuando me venía me puse de pie y el wey me giró para ponerme de espaldas a él y me arrimó el pito encima de las nalgas. Me levantó la camisa y me arrimó su pito caliente en la espalda baja. Quería deslecharse en mi espalda para que su leche escurriera por todas mis nalgas y mis piernas. Me dio mucha excitación quedar todo embarrado, así que llegué a mi clímax y me vine en la taza, mientras el wey seguía jalándosela detrás de mí. En eso se escuchó alguien echarle una moneda a la puerta de la entrada y le dije con señas a este chacal que saliera. Pobre vato, ya traía un chorro de lubricación escurriendo de su verga que cayó al suelo y así se tuvo que salir. Creo que se metió al baño de al lado a terminar de deslecharse.

    Yo me quedé con el pantalón en los tobillos y con mi mano llena de semen y tuve que ir a detener la puerta porque ya había entrado el otro vato y fue directamente a mi baño, empujó la puerta y notó que estaba yo ahí, parado, con el pantalón al suelo y deteniendo la puerta (se notaba desde afuera)
    Esperé un momento a que el wey se fuera (el primer cubículo estaba desocupado), pero el muy descarado se agachó, pasó su cabezota por debajo de la puerta y me observó, con el pantalón al suelo, recién deslechado y deteniendo la puerta. En cuanto se levantó, me agaché como pude y le hice señas con la mano de “NO”, de que no quería nada.

    Entonces me regresé junto a la taza para orinar y terminar de limpiarme, pero el muy cabrón abrió la puerta y me vio nuevamente de espaldas, con mis nalgotas lampiñas descubiertas. Aunque lo vi de reojo, no vi su cara, pero noté que traía el pito de fuera y se la estaba jalando de verme mis nalgotas. Volví a hacerle seña con la mano de “NO, VETE”. El wey como que no quería, pero al final se fue y se metió al primer cubículo.

    Terminé de limpiarme y salí a lavarme las manos, la cara y la boca, pero el cabrón estaba pegado al agujerito del primer cubículo, viéndome y viendo lo que hacía. Pinche vato morboso acosador. Deben ser discretos y esperar a que el otro les de entrada al faje, sino no. Qué coraje.

    Se quedó este vato cachondo y otro al lado (creo que era el chacal que me dio a mamar). Yo me fui del lugar. Creo que sí se debieron haber dado un fajezote cachondo entre los dos.

    #110941
    hefraperez
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    Ya hay nuevo glory hole en los baños de Villateresa. Da hacia los mingitorios y sí cabe una buena reata ahí. Verificado 26-mayo-21

    #112676
    hefraperez
    Participante
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    El pasado jueves 03-jun-21 fui a los baños de la Consti a las 2 de la tarde más o menos. Ya en una ocasión anterior noté que había nuevo glory hole. Estaban varios hombres en el baño, pero haciendo sus necesidades, así que esperé a que salieran la mayoría.

    Entró un chavo moreno medio gordito (barrigón), barbón, algo sospechoso, al primer cubículo (el del glory hole nuevo). En el baño del fondo seguía un señor haciendo sus necesidades, pero con la puerta entreabierta, ya que no tiene cerrojo.

    Me acerqué al primer mingitorio y noté que el gordito se asomaba por un hueco en el glory hole, que estaba tapado con un pedazo de papel. Estiré un poco el papel para que lo quitara. En cuanto lo hizo, metí mi dedo por el glory hole para hacerle señas de que pusiera su verga.

    De manera discreta puso su pito, una verga morena, medianita, limpia. Se asomó su cabeza rosadita. Me hinqué y le di una chupada, luego succioné para que me arrimara más su pito por el glory hole. Se recargó en la división y vi su panza peluda en la pared. Se la mamé rico por el glory un buen rato, hasta que el señor del baño del fondo le bajó a la taza, para salir.

    Me fui a lavar las manos y en cuanto se fue el señor, le volví a hacer señas al gordito. Me puso su pito flácido y se lo volví a parar a mamadas. Como ya nada más estábamos nosotros dos, le toqué a su puerta para que me abriera. Accedió y me abrió, con el pantalón a las rodillas y su verga de fuera.

    Me hinqué frente a él y le di unas chupadas a fondo, embistiendo mi cara contra su pelvis, cogiéndome solito por la boca con su pito. El gordito me la sacó de la boca y me arrimó sus huevos a la cara para que se los chupara. Los lamí y me los restregué en la cara, luego le volví a mamar la verga y él me tomó de la cabeza y empezó a cogerme por la boca, moviendo muy rico su cintura de atrás hacia adelante y hacia los lados.

    Me puse de pie para chuparle sus chichitas morenas y duras. Le pregunté si tenía condón, pero me dijo que no. Entonces le dije que me rozara su verga entre mis nalgas, sin meterla. Así lo hizo, sentí su cabeza de la verga toda calientita entre mis nalgotas, sin penetrarme y después de varias embestidas me volví a hincar para mamársela. Me pidió que le apretara los huevos con la mano mientras se la mamaba y unos momentos después sentí su verga inflarse en varias ocasiones, expulsando su leche en mi boca. Esperé a que terminara y despacio, sin dejar de chuparle su cabecita, me saqué la verga de su boca y me fui al baño de al lado a escupir su semen.

    El wey siguió en su cubículo, mientras en el de al lado yo me la jalé hasta deslecharme también. Me limpié, le bajé a la taza y salí a lavarme las manos y a enjuagarme la boca y la cara. Muy rico estuvo.

    #114356
    hefraperez
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    El miércoles 16-jun-21 fui a los baños de la consti como a la 1:30 pm. Había mucho tráfico en las avenidas y la verdad no esperaba encontrar nada. Justo cuando puse la moneda en la puerta y sonó el rehilete de acceso, escuché que alguien adentro cerraba su cubículo con prisa.

    Entré y estaban los dos primeros cubículos ocupados. El del primero tenía el glory hole destapado y se asomó, vi su ojo mirándome. Me estuve un rato en los lavabos, el wey tapó el glory hole, pero noté cómo se asomaba por el agujero más pequeño, así que me acerqué y le hice señas con la mano debajo de la división y empujé un poco el papel del glory hole para que lo quitara y me ofreciera verga. No hizo nada, seguía sentado. Pensé que no se animaba por el vato de al lado, pero según lo que escuché al entrar, los dos estaban haciendo algo antes de que yo llegara.

    Me fui al baño del fondo para agacharme y ver qué hacían. El vato se la seguía jalando y el de al lado sólo estaba sentado en el baño, como esperando a que yo me fuera. Volví a acercarme al vato del primer cubículo. El wey había dejado su puerta un poco abierta, se asomó, pero volvió a cerrar cuando me acerqué. En eso el otro vato le bajó al baño y se puso de pie para salir. Me fui a los lavabos y me quedé mirando hacia la entrada, para disimular.

    Justo en ese momento venía saliendo el vato del segundo cubículo. Lo vi solo un instante por el reflejo del espejo. Era uno de mis mejores amigos. ¡¡¡¡WEY!!!!, entré en pánico. Fue una fracción de segundo en la que tenía que decidir si saludarlo, irme o meterme a algún cubículo. El vato venía con la mirada hacia abajo, no llevaba cubrebocas. Yo sí lo llevaba puesto. Antes de que volteara a verse al espejo y me viera me fui rápido pero discreto al baño del fondo y cerré, poniendo la llave como cerrojo.

    -“Vete ya, no vengas….”- pensé. No sé si el wey se asomó a verme por el agujerito que hay en la puerta del segundo cubículo y me descubrió hace unos momentos. Yo llevaba puesto el cubrebocas todo el rato, pero cuando conocemos a alguien de mucho tiempo es fácil identificarlo, aunque tenga cubrebocas. Me dio tanto miedo de que el wey se regresara al baño del fondo y se agachara a verme o a hacerme señas para hacer algo, o que le abriera la puerta el vato de al lado y verlos fajar a los dos, como supongo que estaban antes de que yo llegara.

    Escuché el rehilete de la salida, me agaché y vi que ya se había ido. El otro vato seguía sentado jalándosela. Volví a acercarme para hacerle señas, pero el wey se molestó y le pegó a la división del baño para que yo me fuera. “Qué histérico”, pensé. Tan fácil que era hacerme seña de “NO” con la mano debajo de la división. Tal vez quiso hacerse el hetero.

    Me cayó mal, aparte yo ya tenía que irme y tuve que ir a jalármela al baño del fondo hasta deslecharme. Aún no dejo de pensar en mi amigo. Ya tenía ciertas sospechas y había escuchado algunos rumores sobre él hace mucho. No tenía motivos para estar ahí (sé dónde vive y dónde trabaja), aparte lo de antes de entrar al baño, de que se encerraron apresuradamente cuando me oyeron entrar. Me da tristeza porque el wey es a toda madre y el mundo de la jotería no deja nada bueno. Siempre esperé verlo feliz con una mujer y que tuviera hijos. Aguascalientes aún no está preparado para aceptar la relación entre dos hombres, por eso es que el faje clandestino y cruising siguen.

    #114366
    hefraperez
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    Fui a la consti hoy viernes 18-jun-21 a eso de las 8:30 pm. El horario perfecto, después que se van las señoras del aseo y en viernes que siempre llegan vatos atractivos. Para mi sorpresa sólo estaba un wey en el primer cubículo, con el glory hole tapado. Me fui al baño del fondo, cerré con una llave y me agaché para observarlo.

    Era un vato moreno claro, piernudo y estaba con las piernas muy abiertas y jalándosela. Le pude ver su verga cabezona y circuncidada ya semi erecta, así que salí del baño del fondo y le hice señas con la mano por debajo de la división para que me dejara masturbarlo. Como que se sacó de onda el wey, porque sólo se detuvo de estarse masturbando y se quedó quieto. “Chin… a ver si no la regué…” pensé.

    Me regresé al baño del fondo, esperando que el wey no saliera a patearme la puerta o algo así. Justo cuando se escuchó que iba a abrir su puerta, entró alguien al baño y este vato mejor se fue. Al que llegó alcancé a verle sus zapatos y pantalón al acercarse al baño del fondo. Eran negros y de vestir, así que pensé que se trataba de un señor maduro. Unos instantes después me agaché un poco desde el baño del fondo y noté las manos morenas de este hombre sobre el piso, agachándose a espiarme. Se dio cuenta que lo vi y se metió al cubículo de al lado.

    Salí con discreción y lo pude ver bien, adentro del cubículo y con su puerta abierta. Era el señor chacalón, moreno, delgado, medio chilango, que me topo seguido. Tiene una verga muy rica. El wey iba con pantalón de vestir negro y camisa blanca. Anda de mesero, ahí en el cubículo tenía una mesita plegable de esas que usan para servir platos. Tal vez iba para algún evento.

    El cabrón me excita mucho. Me vio y me reconoció, ya que le he dado varias mamadas muy ricas antes. Sin decir nada me dio la espalda y se desabrochó el pantalón, se lo dejó caer hasta los tobillos para mostrarme sus deliciosas nalguitas lampiñas y sus piernas morenas. Se veía exquisito el cabrón, como para llegarle por detrás y meterle la verga o darle una mamada de culo, aparte venía recién bañado, olía muy rico. Se la empezó a jalar, me acerqué a él y lo giré hacia mí. Me acerqué a su oído:

    -¿Apenas vas o ya vienes?- le pregunté en voz baja, para saber si venía de trabajar o ya se iba y medir mi tiempo, hasta ahora no había logrado deslecharlo y quería hacerlo hoy.
    -Ya voy- me dijo, o sea que en un rato más tenía evento.

    No hacía falta decir palabras. El wey me mostró su verga peluda y circuncidada, flácida y colgante. Yo sólo tuve que hincarme y metérmela a la boca. La tiene circuncidada y limpia, venía recién bañado. Se sentía muy suave en mi boca y me la metí completa.

    Estuve fácilmente 10 minutos mamándole la verga, sus huevos suavecitos y colgantes, chupándolos y succionándolos, masturbándolo y sosteniéndome de sus nalgas delgadas y lampiñas. Me excita mucho este chacal, aparte dura un chingo. Yo también me había bañado unas horas antes y estaba limpio y fresco. El wey me tomó del pelo y lo acarició entre sus dedos. Se sentía muy suave y así me estuvo acariciando el pelo mientras se la mamaba. Luego me puse de pie y el wey me empezó a agarrar la verga y los pezones, pidiendo que me desnudara.

    Me levanté la playera y le mostré mis tetas rosadas. Nos masturbamos el uno al otro mientras este vato me mamaba las tetas y las lengüeteaba muy rico. Me excitó mucho y me acerqué a besarlo. Sólo me dejó darle un beso de piquito, sin lengua.
    -¿Eres casado?- le pregunté en voz baja.
    -Si, ¿tú?- me dijo y me preguntó en voz baja.
    -Yo no- le contesté.

    Se acercó a besarme el cuello y seguirme masturbando. Yo también hice lo mismo. Uso perfume de olor fresco (notas de lima, aroma tipo aqua) y este vato tenía un perfume más formal. Percibí su aroma a hombre macho impregnarse en mi ropa y en mi cuerpo mientras nos fajábamos bien rico.

    Me hinqué nuevamente a mamarle la verga y a darle embestidas con la boca. Quería voltearlo y mamarle el culo, pero me gustaba más de activo este cabrón. Hizo algo que no me habían hecho: estando hincado me sacó la verga de su boca y puso su dedo pulgar en mis labios, luego lo metió en mi boca para que lo chupara, después el dedo índice y el dedo medio. Yo estaba excitadísimo obedeciendo lo que me pedía. Sujetó sus huevos con una mano y me los arrimó a la boca, para volvérselos a succionar mientras lo masturbaba. Luego me puse de pie y me empinó y estiró su brazo para dedearme mi hoyito mientras yo se la seguía mamando.

    En varias ocasiones estuvieron llegando vatos a orinar y teníamos que separarnos hasta que se fueran y repetir el proceso de sexo oral. Ya estaba un wey en el baño de al lado, moreno y piernudo, que también buscaba faje, pero no se había animado a salir. Pensé en un momento acercarme al glory hole para hacerle seña y darle una mamada también, pero el vato chacal me estaba dando verga a llenar, se me hacía mal pedo dejarlo a medias.

    Entraron más hombres, uno con un niño pequeño y entró también un señor chaparro, güero, peloncito que no me agrada y siempre anda ahí. “Vale verga, ya llegó este vato”, pensé al verlo. En cuanto se fueron los demás nos quedamos sólo el señor pelón chaparro, el chacal mesero, el wey moreno piernudo del baño de al lado y yo. No podía quedarme mucho rato, así que tuve que ir a deslecharme al baño del fondo, imaginándome siendo penetrado por este chacal.

    Salí y el wey volvió a abrirme su puerta, con la verga flácida nuevamente. Me acerqué a su oído mientras le agarré la verga con una mano para masturbarlo.

    -Quiero que me des un cogidón- le dije en voz baja
    -Cuando quieras- me dijo con voz cachonda.
    – ¿Cómo te encuentro o dónde te veo? ¿qué días vienes aquí? – le pregunté.
    -Pues… como hoy, los viernes en la noche- me dijo.
    -Ya estás- le dije, sin dejar de masturbarlo hasta que salí de su cubículo.

    Apenas le había soltado la verga y el vejete enano pelón ya estaba atrás de la puerta estirando la mano para agarrarle la verga al chacal, pero el wey le dijo que no con la cabeza y casi le cerró la puerta del cubículo en la cara al cabrón. Pinche vato enfadoso, no por ser joto tiene derecho a tocar lo que quiera y sin permiso.

    Me lavé las manos, la cara, la boca y salí. Con ganas de haber deslechado al chacal. Ya será después. Llegando a mi casa me cambié y volví a oler su perfume de macho en mi ropa y el olor a hormonas que dejó en mis tetas al mamármelas. Apenas para masturbarme de nuevo con su olor.

    #115719
    hefraperez
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    El pasado lunes 28-jun-21 fui a los baños de la consti a la 1 pm. Venía de hacer unos pendientes y primero observé desde la banqueta de enfrente de la gasolinera si se veían las señoras del aseo o alguien vigilando. Estaba despejado y entré. Sólo estaba ocupado el cubículo de en medio, así que me fui al del fondo para agacharme desde debajo de la puerta y espiarlo.

    El wey se notaba muy discreto y primerizo. Sí se la estaba jalando, pero con mucha discreción. No quise asustarlo u hostigarlo, así que salí y esperé en los lavabos para ver si abría su cubículo para mostrarme su verga, pero no lo hizo. Era un vato de piernas güeras y zapatos color café tinto. Tal vez sería un señor casado.

    Me regresé al cubículo del fondo y llegó otro vato. Se metió al cubículo con glory hole y pude ver desde debajo de la puerta que también se la estaba jalando. Ninguno de los dos se hacían señas o salían para fajar entre ellos. Tal vez los dos eran activos o hetero curiosos. Me desesperé un poco y como seguían llegando personas, decidí ir a los lavabos a esperar un rato.

    Cuando se fueron todos, salió la persona de zapatos café tinto. Era un señor alto, como entre 40 a 45 años, tez blanca y de lentes, medio pelón, complexión promedio, con panza de señor casado jaja. Parecía alguien de dinero, o al menos de buena familia, no alguien que viviera en colonias populares. Tal vez un empresario o algún ingeniero. Solamente estábamos los dos. Se lavó las manos y en vez de irse se regresó al cubículo del fondo y se metió, dejando la puerta abierta. Eso era una invitación para mí. Estaba por acercarme, pero en eso se escuchó que abrieron la reja de la entrada. Era alguien del aseo. Pude ver que era una de las señoras a través del reflejo de los azulejos de la pared. Volví a lavarme las manos y salí. No tenía caso estar ahí.

    Justo cuando di la vuelta para caminar hacia el Oxxo, de un carro gris venía bajando un chavo alto, moreno y delgado. Llevaba cubrebocas, pero se notaba que era guapo. Me vio salir de los baños y al pasar frente a mí (iba a los baños también) en una fracción de segundo me vio y se agarró la verga por encima de su pantalón. Fue una seña fugaz, pero la reconocí de inmediato. Iba por faje y me estaba ofreciendo verga.

    – “Weeeey qué rico”- pensé. Me dio mucho morbo, pero acababa de salir del baño y ahí estaba la del aseo, se iba a tardar bastante porque acababa de entrar. Decidí irme y crucé la avenida, pero por curiosidad esperé desde un punto donde pudiera ver la entrada de los baños, para ver si se había ido el chavo.

    No salía. Era obvio que sí buscaba faje. Un momento después salió, pero en vez de irse a su coche entró a una tienda de muebles que está al lado (“a hacer tiempo”, pensé). Me dieron muchas ganas de cruzar de nuevo la avenida y entrar a esa tienda de muebles al menos para verlo mejor, pero sería muy obvio y sospechoso, así que decidí esperar. Se fue la mujer del aseo y al poco tiempo el chavo volvió a entrar a los baños.

    – “¡A huevo!, quiero probar a ese cabrón”- pensé y ahora sí crucé la avenida y entré de nuevo a los baños. Adentro estaba el chavo en el cubículo con glory hole. Lo tenía tapado con papel, pero dejando un agujerito para espiar. Me acerqué y lo noté observándome, así que le hice señas con la mano debajo de la división para decirle que buscaba verga.

    El wey no salía, pero me siguió observando por el agujerito. Insistí de nuevo, se subió el pantalón y salió. ¡Weeey, no mames! Era un vato guapísimo. Tendría unos 27 años, alto, delgado, pero con pectorales marcados y unos brazotes de gym. Tez blanca, pelo negro, afeitado y con pantalón negro apretadito. Todo un mirrey, un chavo bien. Pero no era el que vi al principio, este era blanco y el otro que vi era moreno y más alto. Aún así, estaba para comérselo completo el cabrón. Se fue al mingitorio junto al primer cubículo, se sacó la verga y se la empezó a jalar despacio. Una verga blanca, gruesa, sin circuncidar, de unos 16 o 17 cm.

    Yo estaba ya casi hincándome para mamársela. Me acerqué a él y le dije cerca del oído:
    -Te vi desde hace rato- aunque en realidad al que vi fue al chavo moreno que se agarró la verga frente a mí.
    Estaba ya estirando mi mano para agarrarle la verga, pero en eso se la guarda y me dice:
    -Espera… creo que viene alguien- y se volvió a meter al cubículo.
    No venía nadie, la del aseo ya se había ido. Tal vez no le gusté al guapo. Le volví a hacer señas por debajo de la división, pero me volvió a ignorar, así que me fui al baño del fondo, me agaché y lo observé jalársela un rato, hasta que entró alguien más al baño. Me asomé discretamente debajo de la puerta y noté que el nuevo era un vato moreno de short, que se quedó de pie junto al primer cubículo. Era obvio que buscaba faje y estaba espiando al guapo, esperando a que saliera.

    Salí del cubículo y fui a los lavabos. El nuevo era un hombre muy alto (como 1.90) y muy moreno, delgado, de short holgado y tenis. Parecía basquetbolista. Tendría entre 40 a 45 años, ya medio maduro, con algo de canas en su pelo corto, pero atractivo. El wey estaba en el mingitorio con la verga de fuera, pero sin orinar. Me acerqué y el wey se la jaló discretamente y volteó para que se la viera mejor. Una verga muy morena, sin circuncidar, con la cabeza de un color moreno, pero como grisáceo, no era rosada. He visto pocas de ese color. Acerqué mi mano, me dejó sujetarla y lo empecé a masturbar. El guapo no quiso, así que le daría placer a este moreno altote.

    Nos fuimos al baño del fondo. El vato se quedó parado, se sacó la verga y lo volví a masturbar. El wey me tomó del hombro y me empujó hacia abajo para que se la mamara, pero yo quería calentarlo un poco más. Le levanté la playera y vi sus pezones. ¡Qué delicia! unos pectorales que en algún momento estuvieron definidos y duros, ahora un poco más suaves, lisos y con unos pezones negros enormes, del grosor como de mi dedo meñique, prácticamente como un biberón. Me encantaron, me fui directo a mamárselos, mordisquearlos con cuidado y estirarlos con mi lengua y los dientes, mientras chupaba sus tetotas sabrosas.

    El wey sólo jadeaba en voz baja. Me excitaron tanto sus tetas que le levanté un brazo y le di una lamida a su axila. Estaba limpio el wey. Me volvió a tomar de los hombros y me empujó hacia abajo con más fuerza. Esta vez cedí, me agaché, olí su verga (olía a limpio) y me la metí a la boca. Aún la tenía flácida, así que me cupo toda y me la metí a fondo.

    Le empecé a dar unas deliciosas mamadas y a embestirme la boca con su verga mientras tocaba su cuerpo y sus piernas. Le bajé el short más, lo volteé y miré sus ricas nalgas morenas y sin vello. Le di una mordida y chupada a una. El wey estaba bien excitado y me volvió a dar verga por la boca. Le chupé sus huevos y el wey se hizo un poco hacia atrás, tal vez fui algo brusco o era algo nuevo para él, así que sólo se los lamí, sin succionarlos. El vato se la empezó a jalar mientras le lamía los huevos y justo cuando volví a chuparle su cabeza de la verga, empezó a brotar su leche, poco a poco y espesa, casi me la echa en la cara o encima de la ropa. Le chupé su glande a cada chorro de leche que salía, hasta que se detuvo y despacio me la sacó de la boca. Escupí su leche en la taza y salí, para dejarlo que se limpiara. Fui al lavabo a lavarme la cara y enjuagarme la boca. Se fue este morenote y me quedé con ganas de la verga del guapo, pero volvió a ignorarme al hacerle señas, así que salí del lugar, pero me quedé un rato en la banqueta de enfrente de la avenida, para ver cómo llegó, ya que no lo había visto entrar antes.

    Para mi sorpresa, después de un rato llegó el carro gris en el que pensé que llegó el chavo. Salió de los baños el guapo y cruzó la avenida para subirse a ese carro gris. Al parecer el chavo moreno alto que se agarró la verga cuando salí de los baños y el guapo venían juntos. No sé si son amigos y venían por faje, pareja abierta, etc.

    Me quedé con ganas de más, así que fui al centro a los baños del estacionamiento plaza (3:30 pm) pero los estaban lavando. Aunque sí había chavos buscando faje no me quise arriesgar. De ahí fui a los baños de la central camionera y tampoco tuve éxito (ancianos, enfermeros divos y selectivos, vatos que no se animan, mirones, etc). Me la tuve que jalar yo solo. Me sorprendió que me volví a encontrar en los baños de la central, a esa hora, al señor de apariencia de rico, de zapatos café tinto. Me miró con algo de sorpresa y se fue, tal vez para que no le preguntara nada. Se ve que no era el único que se quedó con ganas.

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