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Estacionamiento Plaza

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    hefraperez
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    LUGAR: Estacionamiento Plaza

    Conoce el lugar: Estacionamiento Plaza

    Tema del Lugar: Experiencias, Consultas, etc
    Estacionamiento Plaza

    Tema de Encuentros del Lugar:
    [Encuentros] Estacionamiento Plaza

    #32180
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    El pasado martes 16-jun tuve vuelta para el centro a eso de las 3 pm, así que aprovechando que tenía tiempo sin hacer nada, fui a los baños del estacionamiento Plaza para sacarme las ganas que tenía. Entrando estaba un tipo en el baño del fondo y me pareció que cuando entré usó su celular para verme a través de la cámara frontal, porque el piso reflejó el brillo de la pantalla del teléfono.

    Me puse en el baño al lado de él, me la empecé a jalar con la puerta abierta y me senté en la taza con las piernas abiertas para que se diera cuenta y accediera a algo, sin embargo, se acomodó la ropa y salió al poco tiempo. Me fui al baño del fondo y pasó un buen rato sin llegar nadie, hasta que entró un tipo que al parecer sí estaba haciendo sus necesidades, pero se tardaba mucho en salir.

    Llegó otra persona, pero ni el otro ni yo queríamos salir de los cubículos. Estaba a punto de salir yo cuando vi que el recién llegado se acercó mucho a la puerta del cubículo del fondo. Eso es señal de faje. Entonces le bajé a la taza, salí y lo vi en los mingitorios. Era un tipo chacalón, un poco robusto y espaldón, moreno, joven, de 25 a 30 años más o menos. Se notaba de volada que se la estaba jalando. Fui a lavarme las manos, luego lo vi de espaldas y en efecto, se la estaba jalando. Se me paró la verga y me puse en el mingitorio al lado de él. Me vio, se acercó y yo volteé a verlo y a verle su pito.

    Me acerqué, le agarré la verga y le di unas jaladas. Tenía buen pito, no muy largo, pero de buen grosor.
    – ¿Tienes condón? – le pregunté en voz baja acercándome a su oído para que me escuchara mejor.
    Me dijo que no con la cabeza, luego me hizo señas como de que la otra persona nos iba a interrumpir para hacer algo. Entonces se metió al baño del fondo y yo me quedé esperando en los lavabos.

    Al poco rato sonó la puerta y entró un wey. Era delgado, iba con ropa deportiva negra, short y playera de tirantes ajustada. Traía cubrebocas por lo que no le pude ver bien la cara, pero se veía como de entre 35 a 40 años. Maduro, pero bien conservado.

    Me volví a ir al mingitorio y me saqué el pito, ya parado, simulando que iba a orinar, pero sentí de inmediato que el tipo de short se me quedó viendo, así que volteé un poco a verlo y ya se estaba jalando la verga por encima del short. Una verga morena, delgada, más o menos del tamaño de la del chacal, de unos 15 cm.

    Le hice señas para que se acercara y me dejara jalársela. Como que sí quiso al principio, pero luego ya no. Me dio la espalda, como ofreciéndome las nalgas. Se las agarré y cuando le iba a meter mano se fue a los lavabos. Ya estando ahí me volvió a dar la espalda y me dejó bajarle un poco el short para verle sus nalgas. No me dejó masturbarlo, él se la jalaba solo.

    – ¿Tienes condón? – le pregunté también en voz baja.
    -No- me dijo algo tímido. Se notaba que era pasivo.
    En eso salió el tipo chacalón del baño del fondo. Se quedó en los lavabos y el vato flaco deportista y yo nos quedamos jalándonos la verga en los mingitorios. Lo invitamos a fajar entre los tres, pero no quiso, me dijo que yo fajara con el otro. Se volvió a meter al baño del fondo.

    En eso se subió el flaco a los lavabos, sentado, viendo hacia mí. Se bajó el short y abrió las piernas. Me acerqué a él, le levanté su playera y le empecé a pellizcar los pezones mientras él se la jalaba. También le arrimé la verga y con el cuerpo lo embestí varias veces, como haciendo la finta de cogérmelo. Entonces bajó del lavabo, sacó de una mochila pequeña que traía un condón, lo abrió con cuidado y me lo puso. Luego se bajó el short, se empinó para ofrecerme el culo y con mucha habilidad tomó mi verga y la apuntó a su agujero.

    Yo no tengo la verga grande, pero la vez pasada que se la metí a un gordito maduro allá en el terreno de Pintores, a pesar de tener la verga chica batallé un poco en metérsela, porque tuve que empujar fuerte hasta que entrara. Esta vez ni sentí, le entró de inmediato y sin ningún esfuerzo. Será que este cabrón ya estaba muy boquetón o tenía habilidad para relajar el ano y meterse vergas en él.

    Ya antes he sentido que los condones, como aprietan el pene, hacen que uno se excite más rápido y se venga más rápido también. Eso pasó esta vez y la verdad en menos de un minuto de empujarle la verga me vine en el condón, con la verga en el culito de este flaco deportista. Aún ya deslechado se la seguí empujando un rato más, pero se escucharon algunos ruidos cerca y este wey se despegó de volada.

    Por mi inexperiencia y la prisa no sujeté el condón con mis dedos al momento de despegarnos y el wey apretó el culo. Total, que se le quedó atorado colgando de su culito y se salió toda la leche, embarrándose en el piso. Tenía semanas sin venirme y pues pinche medio litro ahí tirado jaja.

    Nos limpiamos, limpié el piso, me limpié la verga con papel húmedo, se me terminó el papel y le pedí más a este vato, pero ya se le había acabado. Así me dejé la verga medio húmeda, me lavé las manos y salí. Servido y con ganas de una nueva experiencia, esta vez yo de pasivo.

    #80931
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    Hoy 29-dic fui a los baños del estacionamiento Plaza. Fui hace poco, en 2 ocasiones, pero no encontré absolutamente nada. Como ya comenté en otros posts, parece como si la pandemia hubiera hecho más tontos a los que van a buscar faje, sólo se sientan en el retrete y esperan… no hacen señas, ni se mueven ni nada, e incluso si uno les hace señas sutiles, como masturbarse haciendo ruido con el pene, sentarse con las piernas muy abiertas o bajarse el pantalón hasta el suelo, no la captan (¡qué desesperación!).

    El chiste es que hoy fui a eso de las 3:30 pm, estaba un tipo en el baño del fondo, me puse en el de al lado e hice esas señas sutiles, pero el wey no se daba cuenta, sólo estaba sentado y esperaba. De rato llegó alguien más, y salí para darle chance a hacer sus necesidades. Era un chavo gordito y alto. Entró pero tampoco hizo nada, venía a lo mismo.

    De rato salió el tipo del fondo a lavarse las manos. No me gusta ser obvio y no volteo a verlos, pero en un principio pensé que era un señor maduro, como de rancho, por su ropa y sus botines. Regresó a su cubículo y ahora salió el gordito a lavarse las manos. Cuando regresó el gordito al cubículo, volvió a salir el tipo del fondo y ahora yo me metí a ese baño, como dije, no lo miré y no supe bien cómo era.

    Estando en el baño del fondo me bajé el pantalón a las rodillas, me la empecé a jalar y abrí la puerta para que me viera el vato. Traía su cubrebocas, era un tipo como de entre 30 a 35 años más o menos, complexión normal, como de 1.75 m de estatura. Me miró, con morbo pero aún con duda de acercarse. Le hice señas con los dedos para que viniera y se acercó. Aunque tenía cubrebocas, con los gestos de su frente pude notar que sonreía con morbo.

    Entró, me miró masturbarme y lo primero que hizo fue levantarme el suéter y playera que llevaba (hacía un poco de frío), cuando miró mis tetas blancas, lampiñas y mis pezones rosaditos, se agachó y se quitó el cubrebocas para chupármelas, primero con la punta de la lengua rozar mi pezón, luego chuparlas, succionarlas y darles mordidas.
    -¿Te gustan?- le dije en voz baja al oído. El wey asintió sin dejar de chupármelas.

    En eso ya había salido el gordito de su baño y venía también con la verga de fuera, jalándosela. La verdad no era mi tipo y le hice señas para que esperara. Mientras el otro vato me seguía chupando las tetas, busqué con mi mano su verga, ya la traía parada debajo del pantalón, busqué el cierre, lo bajé y él se la sacó. Era una verga pequeña, de unos 12 o 13 cm, circuncidada. Me hinqué frente a él y la metí en mi boca. Se la mamé despacio sin sacarla de mi boca mientras él me la empujaba y movía su cintura para follarme por la boca. Se movía muy rico.

    Le bajé más el pantalón para agarrarle sus nalgas de macho, lisas y con poco vello. Las empujé hacia mí para sentir su verga más adentro, me empezó a embestir la boca con fuerza mientras con mis manos pellizcaba sus pezones y él me agarraba las tetas. El gordito le levantó la playera y le besó el pecho, pero entendió que nos estaba estorbando y se quedó parado jalándosela mientras observaba. Hice una pausa para mamarle y succionarle sus huevos. Le gustó. Sí era algo maduro, porque ya tenía algunas canas en el vello púbico, estaba muy rico el cabrón.

    Llegué al clímax al sentir el movimiento de su cadera al cogerme por la boca.
    -!Ya me voy a venir¡- le dije y me levanté, sujetando mi verga y ya con un chorro de leche derramado. Me fui a terminar de deslechar a la taza mientras los dos me observaban.

    -Tienes un chingo de leche- me dijo el vato mientras me observaba deslecharme. La verdad sí tenía semanas sin venirme. Mientras terminaba de eyacular el wey me agarró mis nalgotas, se agachó, las besó y me dio unas mordidas. Pensé que me quería hacer beso negro y me aparté un poco, ya que no venía preparado. Se escucharon ruidos afuera.

    -Alguien viene- les dije a los dos. En realidad lo que quería era que salieran para limpiarme. En un principio no entendieron, pero a la segunda que les dije se salieron ambos. Pensé que se quedaría un poco más este vato que me dio verga para deslecharlo a él, pero después de lavarse las manos se fue.

    Terminé de limpiarme y salí, no del todo satisfecho, pero con mis ganas un poco calmadas.

    #103362
    hefraperez
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    Puntos: 603

    Hoy 13-abr-21 fui a los baños del estacionamiento a eso de la 1 de la tarde. Estaba un chavo en el cubículo de en medio, indeciso. Después de jalármela y tratando de hacer ruido con mi verga al masturbarme, me agaché y él también se agachó, sólo vi su pelo al agacharse. Le hice señas y me hinqué para enseñarle la verga. Me dio unos jalones y luego le pedí que se hincara él.

    Lo hizo, pero tenía las piernas muy largas y no halló la forma de acercar su verga. Sólo se la alcancé a tocar un momento. Me levanté y abrí mi puerta para que entrara, pero se notaba que era muy inexperto y no se animó a nada más. Noté que sacó su celular y tomó una foto con flash a su verga parada. Le hice señas con el dedo debajo de la división para que no lo hiciera, temiendo que me fuera a tomarme fotos a mí.

    Salí a lavarme las manos y en eso entró otro vato. Un hombre de unos 35 años, de buena apariencia. Se me hizo curioso que llevaba una lámpara de mano. Salí del lugar y él salió unos momentos después, creo que podría ser un vigilante o trabajador del lugar que fue a hacer su rondín.

    Aún se puede tener encuentros en ese lugar, con mucha precaución y procurando no tardarse mucho.

    #105502
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    Ayer 22 de abril fui al centro en la tarde y pasé a los baños del estacionamiento Plaza, a eso de las 4 pm. Adentro había 4 personas aparte de mí: un chavo de unos 28 años, recargado junto al secador de manos, delgado, medio barbón y greñudo, de buen ver. El otro era un muchacho moreno que iba con pantalón blanco y una playera de manga larga negra. En un principio pensé que era un señor por su ropa, pero era un chavo como de unos 25 a 28 años también. Estaba recargado en la pared frente a los mingitorios.

    En el baño del fondo se notaba alguien de tenis azules, parado cerca de la puerta, pero sin estar sentado en la taza, por lo que era obvio que hace unos momentos estaba buscando faje. En el baño de al lado no pude distinguir quién estaba.

    El chavo greñudo y el otro de pantalón blanco tenían esa ansiedad sexual en sus miradas, se notaban tensos. Así que estando casi seguro que los dos buscaban faje, me fui al primer mingitorio a jalármela. Noté que el chavo de pantalón blanco se puso a mirarme a mis espaldas, pero no para buscar faje conmigo, sino como para asegurarse que yo también buscaba faje y hacer algo con el chavo greñudo. En ese momento salió la persona del baño del fondo. Era un chavo como de unos 20 años, alto, de short negro y gorra.

    Me guardé la verga y me fui a lavar las manos, justo después de que el chavo de short se las lavó. Ninguno de los 3 entraba al baño desocupado, ni se iba del lugar, estaban los 3 ahí amontonados a mi alrededor, así que para quitarles la tensión me fui al baño del fondo y me agaché para espiar qué hacían.

    El tipo que estaba al lado de mí en el cubículo salió, se lavó las manos y se fue. Los otros 3 seguían donde mismo. El greñudo en los lavabos, el de pantalón blanco se fue a los mingitorios (supongo que a jalársela) y el chavo de short recargado en la pared.

    Me levanté, me saqué la verga y abrí la puerta sin hacer ruido. Ahí seguían los 3 y nadie se animaba a nada (“qué pendejos”, pensé). Dejé mi puerta medio abierta a ver si uno de los 3 se animaba a asomarse y darme verga, pero ninguno lo hizo. Con el morbo de esperar a uno de los 3, me la jalé y no me medí, así que me llegó el clímax y me desleché. Se me fue el líbido y cerré la puerta.

    En eso, el chavo de short se desesperó y se fue. Después de limpiarme fui a lavarme las manos y seguían estos dos vatos, pero ninguno hacía nada. No iba a pasar nada, así que me fui, imaginando que el morenito de pantalón blanco y el greñudo se iban a dar su fajezote. Cuál fue mi sorpresa que en cuanto salí del estacionamiento el vato de pantalón blanco salió casi igual que yo. O sea que no estuvo ni 30 segundos con el greñudo, se fue.

    Pienso dos cosas: o el greñudo era empleado del estacionamiento y lo mandaron a vigilar que nadie estuviera fajando, o lo otro es que pienso que era uno de esos weyes exigentes que buscan puros modelos en sitios de faje, sino no hacen nada, pero tampoco dejan hacer. Quién sabe, pero que no mamen, la neta, pura pérdida de tiempo. Incluso pensé decirles antes de salir del baño “aquí no van a hallar modelos”, pero pensé que si el greñudo era empleado del estacionamiento, me iba a reportar con los dueños. Eviten ir a estorbar porfa, si no les gustan los que están en el lugar, váyanse de ahí.

    #109200
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    Fui al centro hoy 14-mayo-2021 a mediodía. Pasé a los baños del estacionamiento plaza y para mi sorpresa había gente buscando faje. Cuando llegué estaban los dos cubículos ocupados y en los mingitorios estaba un hombre chacalón, moreno, de unos 45 años, supuestamente orinando, pero en realidad se estaba masturbando. Notó que me di cuenta que se la estaba jalando y cuando me iba a acercar a él sonó de nuevo la puerta. Era un señor ya mayor (60 o más) que al principio se molestó porque estaban los baños ocupados y se quedó recargado en la pared. El chacal y yo nos quedamos en los lavabos. Él viendo hacia la pared y yo viendo hacia donde debería haber un espejo. Noté al chacal agarrándose el bulto y en una de esas, viendo de reojo si no nos miraba el viejito, le empecé a sobar el bulto al chacal por encima del pantalón. Con el dedo pulgar e índice le empecé a sobar la cabecita. No se notaba pitudo, pero tal vez aún no se le paraba del todo.

    No quise verme exhibicionista con el viejito y mejor me salí, para hacer el pendiente por el que fui al centro. Cuando terminé de mis asuntos, volví al baño del estacionamiento, a eso de la 1:30 pm. ¡Ya había más vatos en el baño! Y todos se notaba que buscaban faje. Los dos cubículos estaban ocupados y afuera estaban 4 personas, conmigo 5. Dos eran chavos y se notaba de inmediato que buscaban faje, estaba un hombre maduro alto y el chacal de hace rato. No supe si se salió y volvió a entrar o estuvo ahí más de una hora. Para mí que fue lo último.

    Se me quedaron viendo todos, como para descifrar si buscaba faje o no. Yo no acostumbro mirarlos a la cara o hacerles guiños o señas, para mantenerme a la expectativa. Me fui caminando al fondo para ver si estaban los de los cubículos haciendo del baño o no y de inmediato noté la mirada de los 4 cabrones sobre mí, pero no me incomodé. Ya he sentido esas miradas antes.

    Como nadie se animaba, me fui al primer mingitorio, me saqué el pene y me lo empecé a jalar. El hombre maduro alto estaba detrás de mí, pero dándome la espalda. No se fijó que me la estaba jalando, pero uno de los chavos sí. Entonces me regresé a los lavabos con el pito parado debajo del pantalón. El chacal de la primera vez estaba inquietísimo por querer manosearme y los chavos se me quedaron viendo al bulto.

    Salió el hombre del cubículo del fondo. Un chacal también entre 45 a 50 años, moreno y venía subiéndose su short. A huevo que también buscaba faje, pero se lavó las manos y se fue. Uno de los chavos se metió al cubículo y los que quedamos regresamos a la ansiedad sexual. Nadie hacía nada. En eso sonó la puerta de nuevo y entró un chavo chaparrito, como de 27 a 30 años, moreno, de buen ver, pero difícil de identificar si buscaba faje.

    En eso me doy cuenta que el hombre maduro alto era un señor chacalón como chilango que me he topado varias veces en los baños de la Constitución. Se quedó recargado en la pared, viendo hacia los mingitorios. “¡A huevo, este sí va jalar!” pensé.

    Me fui entonces nuevamente al primer cubículo a “orinar”, pero esa vez me bajé el pantalón a media nalga, mostrado mi culote lampiño y jalándomela. Noté de inmediato la mirada del señor chacalón chilango y de uno de los chavos que estaba ahí, pero ninguno se acercó.

    -¡Valiendo madre!- pensé. No podía perder más tiempo
    Me regresé a los lavabos y enfrente de mí estaba el chavo morenito que acababa de llegar, y a un lado el chacal que vi más temprano.

    Volví a sobarle la verga por encima del pantalón al chacal. El chavo de enfrente sólo estaba viendo el celular y no nos miraba. Entonces decidí hacer algo más arriesgado. El señor chacal chilango estaba también con el pito parado debajo del pantalón y se lo sobaba discretamente. Me acerqué con él, me recargué en la pared a su derecha y con discreción estiré la mano izquierda para agarrarle el bulto. Ni siquiera volteó el don, como que captaba que debía ser lo más discreto posible porque aún no sabíamos si el chavo que entró buscaba faje.

    Yo ya bien cachondo busqué el cierre de su pantalón y lo bajé con discreción, con una mano. Ya se notaba su pito parado. Metí mis dedos por entre el cierre y noté su verga caliente y dura debajo de su calzón. “¡Qué delicia!” pensé. Recorrí con mis dedos su verga para llegar a la punta. ¡NO mames!, ya tenía su calzón bien mojadito y caliente donde estaba la cabeza de su verga, su lubricación bien babosita mojando su calzón. ¡¡Qué rico!!

    El señor se sacó con cuidado la verga, una verga morena y circuncidada que ya he mamado un par de ocasiones. Me cambié a su izquierda y él volteó para darle la espalda a los demás. Me hinqué con una rodilla al suelo y me llevé su verga a la boca. Uffff, ¡qué rica verga!

    Noté entonces que el otro señor chacal se asomó a vernos y luego fue con el chavo jovencito del celular que acababa de entrar, lo abordó como para preguntarle si buscaba faje mientras yo se la mamaba a este señor. El otro chavo ya se había ido. Éramos 6 personas ahí. Los dos chacales, el chavo del celular, los 2 de los cubículos y yo.

    Le bajaron al cubículo del fondo y el chacal chilango se guardó la verga. Yo me fui a los lavabos y salió uno de los chavos de hace rato y el chavo del celular se fue a “orinar” a un mingitorio. Si no buscaba nada desde un principio hubiera hecho eso y se hubiera ido, pero al parecer no le gustamos o sólo iba a ver.

    Entró alguien más, un chavo de short gris, delgado, chaparrito y barbón, de tez blanca. Como el baño estaba lleno, decidí salir un momento y esperar en el estacionamiento. Después de un rato salió el señor chilango al que se la mamé y el chavo morenito del celular. Entonces regresé al baño. Estaba el chacal del principio y el chavo de short en los mingitorios. Yo me fui al baño del fondo y de inmediato el chacal fue detrás de mí. Apenas entré y el wey ya estaba sacándose la verga a mis espaldas. Era un pito chico (lo imaginaba), moreno y de cabeza chiquita. Venía limpio, no olía mal. Se lo agarré y le di unas jaladas, pero el chacal me tomó del hombro y me empujó hacia abajo, la verdad con algo de fuerza y desesperación.

    Cedí, me agaché, le vi bien la verga y se la chupé, La tenía chiquita y me cupo completa. El chacal tenía técnica, me la metió a fondo por la boca y me embistió rico. Le chupé sus huevitos peludos y luego se la volví a mamar. Entonces me la metió a fondo nuevamente. Me sujetó de la cabeza y sin soltarme empecé a sentir su verga endurecerse más y luego lanzar chorros de leche en mi paladar, con el olor como a cloro del semen. No me soltó hasta venirse totalmente. A mí la verdad me asquea el olor del semen y más si lo tengo en mi boca. En cuanto pude despegarme me levanté a escupir su leche en la taza y el chacal a terminar de jalársela. Se limpió con papel y salió.

    Yo me quedé en el cubículo aún escupiendo leche y con la verga parada. En eso entró el chavo güerito de short gris. Me vio bien erecto y él también se sacó la verga. Una verga güera, sin circuncidar y con vello púbico muy rizado. Se la jalé y me agaché. Le di una chupada por el morbo que me quedó del chacal anterior. La verdad la verga le sabía feo, con olor fuerte. No creo que viniera aseado y sólo le di una chupada, me levanté y me jalé la verga hasta deslecharme en la taza.

    El chavo se puso al lado izquierdo de mí y con la mano derecha me agarró el culo y empezó a dedearme cerca del ano mientras yo me venía. El wey me miró deslecharme y cuando terminé salió a los mingitorios a jalársela también hasta venirse.

    Salí a los lavabos, me enjuagué la boca y la cara. Al terminar el chavo se acercó a mí. Le dije que ese lugar sí estaba bien pero que seguido entraban los encargados a checar o mandaban a una persona como si fuera a usar el baño para revisar que no hicieran faje. Le dije de otros sitios y le pregunté si usaba Grindr (no sabía que era, supongo que era hetero curioso). Le expliqué un poco, le di unas pastillas Halls, nos despedimos y salí. Él se quedó ahí.

    #109941
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    Hoy 19-mayo-21 fui al centro a recoger un encargo, como a la 1:30 pm. De ahí pasé a los baños del estacionamiento Plaza. Parece que ya están siendo muy concurridos, no sé si sólo a esa hora o en cualquier momento. Contándome a mí estábamos 7 personas en los baños, todos buscando faje.

    Estaba un gordito alto que conozco de un grupo de whats, pasivo, de 20 años. Un hombre delgado, alto, moreno, parecido al señor chacal chilango que me topé la vez pasada, pero más joven, de unos 35 años. También estaba un hombre de unos 35 años, alto, barba de candado, pantalón blanco, tipo oso pero robusto, no gordo. El otro era un chavito rubio, delgado, de unos 18 a 20 años (tal vez menos), de rasgos muy finos. Literal todos se lo querían comer (me incluyo). Los que estaban en los cubículos, aunque en un principio no los vi, eran un señor chacal como de 45 a 50 años, muy chaparrito, como de 1.60, moreno, delgado y tatuado. El último era un vato de unos 28 a 30 años, moreno y medio afeminado. Iba con pantalón negro muy ajustado.

    Entrando de inmediato sentí todas las miradas y la sensación de tensión sexual entre todos. Algo muy normal en sitios de faje. Nadie hacía nada, pero noté que el gordito alto se estaba sobando la cabeza de la verga por encima del pantalón. Me dio risa (en mi mente) porque el wey es pasivo y traía pintadas las uñas de verde fosforescente. Neta no hagan eso. Si quieren pasar desapercibidos en un sitio de faje no den señas de feminidad.

    Como ya éramos 5 en esa área, se impacientaron y salió el barbón de pantalón blanco y el chavito rubio detrás de él (que lástima). En eso salió la persona del segundo cubículo. Era el señor cholito chaparro. Yo me metí a ese cubículo y noté que el de al lado buscaba faje, le hice señas con la mano para que se hincara, pero no lo hizo.

    Entonces me levanté, me empecé a masturbar y abrí mi puerta. Esas puertas abren hacia afuera y tienes que abrirla por completo para asomarte. El señor cholito estaba ahí recargado en la pared (pensé que se había ido) con eso supe que buscaba faje. Cerré nuevamente mi puerta, pero como el de al lado no hacía nada, volví a abrirla y me asomé con la verga de fuera. Me vieron el gordito alto pasivo y el señor cholo, que ya traía su verga de fuera y se la estaba jalando. A pesar de su estatura estaba vergón, morena y circuncidada. Le hice señas para que se acercara y se la empecé a jalar. No tenía ganas de mamar, pero sí estaba muy chupable esa verga.

    Así estuvimos un rato, hasta que salió el vato del baño del fondo y se quedó también en los lavabos, era el wey de pantalón negro apretado. Me pasé entonces al baño del fondo y como todos íbamos a lo mismo, abrí mi puerta con la verga de fuera y el señor chaparrito se volvió a acercar para que lo masturbara. Ya la tenía bien dura y sí pensé en mamársela, pero como que ya casi se venía, ya estaba lubricando y la tenía bien caliente, le latía y el señor gemía en voz baja.

    El señor fue a los mingitorios y se abrió la puerta del cubículo de al lado. Era el vato de pantalón negro, medio afeminado. Estaba parado con la verga de fuera. No era muy vergón, pero me excitó que traía un aro en los testículos, de esos que se ponen para que no se peguen los huevos al cuerpo y dure más tiempo la erección. Me acerqué y le agarré su verga, la tenía ya lubricada y lo masturbé rico. En eso sonó la puerta de entrada y me regresé rápido al baño del fondo.

    Era nuevamente el barbón de pantalón blanco. Al parecer salió un rato a que se despejara el lugar pero aún seguíamos todos ahí. Me subí el pantalón y me asomé nuevamente con el de al lado para masturbarlo y chuparle sus tetas ricas y morenas, con sus pezones carnosos. Los demás estaban parados, sobándose la verga en el área de cubículos y lavabos, pero nadie hacía nada. Ya se había ido el señor chaparrito y un momento después salió el barbón de pantalón blanco de nuevo.

    Estando ya sólo el gordito alto, el vato delgado, moreno y alto, el del aro en los huevos y yo, nos quedamos los tres primeros en los mingitorios y los lavabos. El del aro siguió en su cubículo. Me acerqué con el vato alto y le agarré con discreción el paquete. Se fue al primer mingitorio y se sacó la verga. La tenía flácida y se masturbó para que se le parara un poco, luego me la ofreció. Lo giré hacia mí, me agaché y se la empecé a mamar. La traía limpia y se notaba que le iba a crecer mucho, aún la tenía flácida en mi boca.

    El wey me sostuvo la cabeza y me empezó a embestir muy rico la garganta con su verga. Yo abría la boca y cerraba la garganta para que topara su verga y sintiera como si fuera un culito o panocha caliente que tuviera que abrir a empujones. Hacíamos pausas para que yo respirara y lo seguía masturbando. El gordito sólo nos veía y se la jalaba. Hasta eso estaba medio vergón, se le veía rica, pero sus uñas verdes mataban todo interés de mí hacia él jajaja.

    Se la seguí mamando muy rico al vato moreno alto. Le subí la playera para mamarle sus pezones. Los tenía chiquitos, pero mientras se los mamaba lo seguía masturbando. Así estuvimos un rato hasta que escuchamos que alguien se acercaba y me fui a los lavabos. Dijo el chavo gordito que no era nadie, pero le dije que a veces por las ventanas cuadradas que dan hacia afuera se asoman o graban con el celular (un wey una vez hizo eso y grabó a unos vatos fajando para subir el video a un grupo de whats, qué pendejo, la verdad).

    Como que se paniqueó el gordito y se fue. Entonces nos quedamos el vato moreno alto y el del aro en los huevos, que salió del baño y se acercó a nosotros. Yo se la seguí mamando al vato alto y al otro lo masturbé, pero justo en eso sonó la puerta de entrada. Era un vato chaparro, joven y de barba de candado, medio barrigón. Llegó y se quedó recargado en la pared sin hacer nada. Casi un momento después sonó nuevamente la puerta. ¡Era otra vez el güerito guapo! Se fue a un mingitorio y el vato chaparro de barba que entró se puso en el mingitorio de al lado. Ambos se sacaron la verga y se la miraron uno al otro, pero sin hacer nada. Yo ya me quería ir, así que fui al cubículo pequeño a masturbarme y deslecharme. Al terminar fui a los lavabos y se fue el güerito, con el otro vato detrás de él. No supe qué hicieron en los mingitorios. Nos quedamos sólo el vato alto al que se la mamé, el del aro en los huevos, un wey que entró al baño del fondo y no salía (buscaba faje, se estuvo agachando para espiarnos) y yo.

    Estos vatos estaban en los lavabos y yo me puse en medio de ellos. Les agarré el paquete a ambos al mismo tiempo, uno con cada mano y los empecé a sobar y a sentir sus vergas bajo sus pantalones. El vato alto tomó mi mano y se la restregó con fuerza sobre su bultote. Entonces se sacaron la verga los dos y los masturbé al mismo tiempo, como si fueran palancas de velocidades. Era algo muy rico y que hace mucho tiempo no hacía, tener dos vergas a la vez en mis manos. Me excité mucho y me fui directo a la verga del vato alto, estaba más pitudo y la neta era más varonil. Al otro se la seguí jalando con la mano derecha. Hice una pausa para tomar aire y en eso el otro wey se agachó a mamársela al vato. Me dio coraje, pero ni modo, que probara también. Entonces le levanté la playera al alto para mamarle sus pezones. Estábamos los dos dándole placer.

    Se despegó de mamársela y el vato alto se empezó a masturbar con fuerza. Yo me agaché a darle lengüetazos en su verga a cada jalada que se daba. Luego me levanté y le mamé sus chichitas al vato del aro en los huevos. Me empujó de los hombros hacia abajo para darle una mamada. Accedí, le di una chupada y en eso volteo y el otro vato se empezó a venir, echó varios chorros al piso

    -¡Qué rico…!- le dije mientras el wey tiraba toda su leche al suelo.

    Terminó el vato, tomó un pedazo de papel y medio limpió su leche tirada y se fue. Me quedé solo con el vato del aro y el wey del baño del fondo que aún no se iba. Nos fuimos al primer mingitorio, le bajé su pantalón para verle sus nalguitas ricas y morenas, lo abracé por detrás para arrimarle el paquete mientras lo masturbaba con la derecha y con la izquierda le agarraba sus tetas ricas. El wey jadeaba de excitación. Nos fuimos a los lavabos y sin dejar de agarrarle sus nalguitas y sus pezones, le dije al oído que había más lugares de faje. Le dije de la pona y que también podía usar Grindr (ya lo usaba). Me lavé las manos, me despedí y me fui.

    #115162
    hefraperez
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    Hoy sábado 26-jun-21 fui a los baños del estacionamiento plaza, a la 1 pm. Para mi suerte alguien dejó la puerta entreabierta para que no se cerrara. Así que no me costó nada entrar. Lo malo es que parece que no les dan aseo tan seguido, estaban sucios y olía mucho a cigarro. NO FUMEN AHÍ.

    Estaba sólo el baño. Tuve que esperar un buen rato en el del fondo, masturbándome por momentos para mantenerme excitado. Llegó un tipo de tenis verdes al baño de al lado, calzaba número chico, por lo que me contuve un poco, para asegurarme que no fuera alguien menor de edad. Escuché que aclaró su garganta y se escuchó un gruñido de hombre, no de adolescente. Lo malo fue que sí se puso a hacer sus necesidades, y también se puso a fumar, por lo que decidí esperar un rato en los lavabos.

    Entró un señor gordo y viejo, medio pelón. Lo vi de reojo mientras yo estaba en los lavabos. Fue al baño del fondo y salió en menos de un minuto. Como yo estaba haciéndome pendejo dizque lavándome las manos, el señor se dio cuenta de que iba a buscar faje y se me quedó viendo. Para no sentirme incómodo me fui al baño del fondo y en cuanto volteé para cerrar la puerta lo miré un instante. Es un señor que busca faje en grindr y en grupos de whats, pero ya se ve súper viejísimo y gordo. En sus fotos se ve robusto, pero no gordo y un poco más joven. Según él tiene poco más de 60 años. Me miró con intensidad, pero cerré la puerta.

    Entró un wey a orinar y al salir se fue también el señor viejito. De rato sonó nuevamente la puerta y salí del cubículo del fondo para darle chance de entrar a esta persona. Era un muchacho alto, moreno, delgado, con pelo corto de los lados, pero con una coletita, como usan muchos futbolistas actualmente. No lo miré directamente y entró al baño.

    Me fui nuevamente a los lavabos y de rato entró otro chavo, chaparrito, güero, de playera negra sin mangas, look un poco rockero, pero iba con varias bolsas de tiendas de ropa y caminaba un poco afeminado. Me dio risa (en mi mente) ese contraste de su ropa con su manera un poco modosa de caminar. Se lavó las manos y lo vi discretamente. Era el chavo de una ocasión pasada, al que le platiqué de los sitios de faje en voz baja, güerito, barbón, chaparrito, muy guapo.

    Salió el wey de tenis verdes de su cubículo y el del fondo también. Me metí al cubículo pequeño, esperando quedarme sólo con el chavo de playera negra (ojalá tuviera su verga limpia esta vez, la ocasión pasada le sabía amarga y olía a orines y sudor). En cuanto cerré la puerta noté que el de tenis verdes se metió al baño de al lado y luego se fue a los mingitorios. Me agaché más y vi a los 3 en los mingitorios, 2 de ellos ya fajando (el chavo güerito y el moreno alto). Me jalé la verga, me bajé el pantalón a las rodillas y abrí mi puerta para asomarme a ver qué hacían.

    El de tenis verdes era un señor moreno, chacal, con apariencia como de soldado (rasgos indígenas), como de 45 a 50 años. No era alto, pero sí robusto, espaldón y se notaba que estaba nalgón. Iba con una bermuda café. Me vio con el pito de fuera y se acercó conmigo. En los mingitorios el chavo alto estaba dándole verga en la boca al güerito, que estaba hincado en un rincón, atragantándose con el pito del chavo moreno.

    El señor chacal se agarró el bulto por encima de la bermuda, se buscó el cierre y se la sacó. Un pito grueso, moreno y cabezón. Me agaché a olerla. Estaba limpia y me la metí a la boca. Se sentía bien rica, dura y gruesa en mi lengua. Se la mamé rico y me la metí lo más al fondo que pude. El señor empujó sus caderas de atrás hacia adelante para que me llegara más al fondo. Ha de coger bien rico. Con ganas de sentirla en el culo.

    Me estuvo embistiendo por la boca buen rato. En eso me la sacó y se acercó a los otros dos. Yo me saqué la verga para jalármela y me acerqué al chavo alto moreno que le estaba dando verga al güerito. En eso también se la sacó, una verga muy morena, más delgada que la del señor al que se la estaba mamando, escurriendo saliva del güerito.

    El señor me miró y volteó a verle la verga al chavo alto moreno, me hizo una seña como indicando “ahora mámasela a él”. Yo me excité, no por la orden que me dio el señor, sino porque estaría bien rico que los dos me dieran verga en la boca, por turnos, e incluir al güerito como un tercero.

    -“No, no, no, así ando bien…”- dijo el chavo alto moreno, con su pito bien parado y babeante.

    Ni modo, no se iba a poder. Nos fuimos otra vez al baño del fondo el señor chacal y yo. Se la volví a mamar y él a embestirme con sus caderas en la boca. Se escuchó ruido de alguien acercarse y el señor se la guardó, se fue a lavar las manos y se fue. Me asomé y el chavo alto moreno seguía dándole verga muy fuerte en la boca al güerito, se escuchaba cómo se ahogaba y gemía el chavo. Me excitó muchísimo el escucharlo y fui al cubículo a jalármela y deslecharme. En eso entró otra persona al baño y se fue el chavo alto moreno.

    Al terminar de limpiarme, salí y el güerito seguía ahí, lavándose las manos. Me acerqué a él, al verme me reconoció de la vez pasada, lo noté en su mirada:
    -Qué onda, ¿sí fuiste a donde te dije la vez pasada? – le pregunté en voz baja (me refería al baldío de la pona).
    -Noo, sí ubico dónde es, pero no me he dado la vuelta para allá- me contestó.
    Platicamos un rato más, sobre si usaba grindr (sí lo conocía, pero no lo usaba), sobre que los weyes que andan en sitios de faje son los mismos de grindr y que muchos de ellos se ofrecen en la página de mileróticos pero ahí cobran jajaja.

    Me agradó mucho el chavo, se ve simpático, aunque sí tiene ciertos ademanes que lo delatan como gay, no sé si sea inter o pasivo, pero me pareció muy agradable. Me despedí de él y me toqué el cierre del pantalón para ver si no lo había dejado abajo. El chavo por instinto volteó a verme el paquete. Tal vez pensó que se la iba a ofrecer. Hubiera sido rico, pero ya me tenía que ir.

    #119633
    hefraperez
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    Hoy 17-ago-21 tuve que ir a un trámite importante al centro, con mucha prisa, a eso de la 1 de la tarde, para terminar antes de las 2. Fue imposible, la fila era muy larga, así que me frustré y decidí aprovechar ese tiempo, para en vez de estar formado ir a ver qué hallaba al estacionamiento Plaza.

    Estaban los dos cubículos ocupados, así que esperé un rato en los lavabos. Me agaché desde ahí para ver qué hacían. Parecía que sí buscaban faje, pero ninguno se animaba a nada. Esperé un poco más y salió el del cubículo pequeño. Era un señor como de unos 50 años, delgado, moreno, de barba y pelo entrecano. Como de mi estatura, menos de 1.70.

    El señor salió y se dirigió a los lavabos. Se agarró discretamente la verga sobre el pantalón, pero fue algo muy leve, casi imperceptible, parecía como si se acomodara el calzón. No le vi intenciones morbosas. Aún así me fui al cubículo que desocupó, entré, pero no cerré la puerta, la dejé entreabierta, esperando que se acercara.

    No salió del baño el señor, pero tampoco se acercó, así que salí a ver qué hacía. Estaba en el mingitorio de la derecha, el que queda oculto por la bardita que lo separa de los lavabos. Obviamente iba por faje, si acababa de salir del baño para ahora irse a mear. Me acerqué a él y me miró muy discretamente, como si fuera su primera vez. Se la estaba jalando, pero muy a escondidas. Me acerqué más y me mostró con timidez. Era una verga medianita, tirándole a pequeña, de unos 12 cm, morena, sin circuncidar, pero no tan pellejuda.

    Se la agarré con suavidad, lo masturbé un poco y luego lo giré hacia mí, para no estar cerca del mingitorio. Se recargó en la bardita, me agaché a olérsela y verla. Al parecer todo bien, así que me la metí a la boca. Ya tenía un chingo sin probar verga.

    Me hinqué para mamársela a fondo. El señor sólo tenía la verga fuera del cierre, con el pantalón abrochado. Me miró y luego volteó hacia arriba, en un gesto de placer, tal vez imaginando a una vieja sabrosa mamársela o algo así jajaja.

    Se la seguí mamando rico, pero quería más, así que le desabroché el cinto y luego el pantalón. Le bajé su bóxer azul marino para sacarle sus huevitos y probarlos. Los tenía entrecanos también, pero igual estaba rico mamársela a un maduro así. Le lamí los huevos y luego se los succioné con cuidado. El señor nada más miraba hacia arriba, como para aguantar más y no excitarse demasiado. Yo le lamía y chupaba sus genitales desde los huevos hasta la punta de la verga.

    Me puse de pie, le levanté su playera y me puse a chuparle sus pezones. Me excita mucho eso. Los tenía un poco gruesos y colgantes, por lo que se los pude apretar con los labios y los dientes sin lastimarlo, mientras con la lengua se los estimulaba. Se puso bien cachondo el señor y me tomó de los hombros para empujarme hacia abajo y que se la volviera a mamar, pero ahora él se estaba masturbando con rapidez, ya casi se venía y me los iba a echar en la boca.

    Le di lengüetazos en la punta de la verga mientras él se la jalaba. Luego con ambas manos le sujeté sus pezones, para estimularlo, pero como que eso lo iba a hacer venirse más pronto y me hizo que bajara las manos, por lo que seguí mamándosela.

    -Ya mero me voy a venir- me dijo, mientras se la seguía jalando con rapidez. No respondí nada, pero se la seguí lengüeteando a cada jalada.
    -¿Los quieres?- me preguntó, refiriéndose a sus mecos.
    No le dije nada, me puse de pie para darle a entender que ya podía deslecharse. El señor giró hacia el mingitorio y echó varios chorros de su leche ahí, gimiendo en voz baja. Le agarré sus pezones mientras lo hacía y al final le terminé de exprimir la verga con la mano, para sacarle toda la leche.

    Justo en ese momento, al escuchar que el señor gemía, el vato del baño del fondo abrió su puerta para ir a ver, por lo que yo me fui a lavarme las manos para despistar. Se fue el señor y el vato del baño del fondo se volvió a meter ahí.

    De rato llegaron dos personas, casi al mismo tiempo. No los vi bien, sólo uno de ellos, que era un viejito, fue a los urinales y salió un momento después, pero en los cubículos miré cómo el del baño del fondo se le hincó al de a un lado que acababa de entrar. Tenía unas piernas descoloridas y flacas, como las de un viejito de baja estatura. No me llamó la atención y tampoco al que estaba a un lado, por lo que salió unos momentos después y se puso en los lavabos junto a mí. Nos miramos un instante. Llevábamos cubrebocas, pero aun así vi en su mirada que buscaba faje, por lo que con discreción le agarré el paquete por encima del pantalón.

    El vato me miró con más intensidad y le hice señas para que nos fuéramos detrás de la bardita, junto al primer mingitorio. Se recargó en la pared y se sacó la verga: una verga morena, más gruesa y grande que la del señor de hace rato, sin circuncidar y con mucho pellejo.

    Reconocí al chavo. Ya habíamos tenido un faje ahí antes. Se la había mamado rico. Al parecer también se acordó de mí. Sólo se sacó la verga del cierre, igual que el señor anterior. Se la iba a recorrer para mamársela a fondo, pero me detuvo. Se la olí y la miré. Olía a limpio y se veía normal. Tal vez no se le recorría bien, así que se la chupé poquito desde la punta, sin recorrerla. Le gustó que lo hiciera con suavidad y poco a poco, mientras se le ponía más grande en mi boca se la fui recorriendo con los labios. Se le notaban bien rico las venas y se sentían en mi boca.

    Me puse de pie y también le levanté la playera para mamarle sus pezones. Unos pezones muy morenos y más pequeños que los del señor anterior. El chavo se notaba más tímido e inexpresivo que el señor, no supe si le gustaba eso, pero lo masturbé mientras le mamaba sus tetitas. Luego me volví a hincar y le desabroché el cinto y el pantalón para chuparle sus huevos. Este no tenía canas en los huevos, por ser joven, aparte los tenía más grandes y duros. Se los mamé rico mientras le pellizcaba los pezones.

    Después me puse de pie nuevamente y el chavo se me quedó mirando fijamente, se bajó el cubrebocas y se acercó más a mí para darme un beso. No un beso tierno de novela, sino uno que me daba a entender “te voy a coger”. Me excitó muchísimo, pero en eso sonó la puerta de entrada y me fui a los lavabos.

    El que llegó era un jotillo a simple vista, un vato gordibueno de short cortito amarillo y playera blanca pegadita, aparte muchos gays tienen la cara como de koala, con la nariz chata y ancha y los ojos pequeños y estirados, como orientales, similares a Taylor Lautner el de crepúsculo, pero en afeminados y cachetones.

    El gordibueno entró a un cubículo y en eso el chavo y yo nos volvimos a acercar a besarnos. Pero el vato estaba intensísimo y cachondo. Parecía que me quisiera arrancar los labios, besaba muy fuerte y apretaba mucho con los dientes. Luego se me pegó al cuerpo, arrimándome la verga bien parada debajo de su pantalón hacia mi cuerpo. Son muy pocas las veces que he tenido fajes así, donde el vato se pone bien intenso como si me quisiera tragar a mordidas o metérmela a la fuerza. Me excita muchísimo sentirme sometido y deseado de esa manera, pero puede ser peligroso. Yo trataba de besarlo como me gusta, con suavidad y sintiendo los labios por turnos, primero yo los de él y luego el los míos, pero el vato literal me estaba mordiendo. O sea, es excitante, pero si no lo conozco no, porque no sé sus intenciones, así que me despegué un poco de él.

    -No me muerdas- le dije en voz baja, pero en tono amable, para que siguiéramos, pero con más calma.

    En eso salió el jotillo gordibueno de su baño y nos vio despegarnos jaja. El wey iba a lo mismo, pero para guardar la compostura nos separamos. Para mi mala suerte el chavo besucón se fue y me quedé en el baño con el vatillo gordibueno y el otro wey de hace rato.

    Ya me tenía que ir, así que fui al cubículo pequeño a jalármela. El vato de al lado me hacía señas para meterme con él a su cubículo, pero le hice señas para que se hincara. No lo hizo, me agaché para enseñarle el culo, pero tampoco me tocó, así que me la jalé hasta venirme. Cuando salí del cubículo ya estaba el wey jalándose la verga debajo de su pantalón café ahí en el pasillo. Era un vato chaparro, moreno y medio feo. No le hice caso, ni al gordibueno que andaba buscando galán, así que me fui.

    Por cierto, la puerta de entrada ya está floja, se abre sin echarle monedas, sólo empújenla.

    #120889
    hefraperez
    Participante
    Puntos: 603

    El pasado viernes 3-ago tuve la tarde libre, así que decidí aprovechar para pasar un buen rato, sin prisas, en algún lugar de faje, incluso visitar más de uno. Estaba lloviznando un poco, así que no sabía si ir al baldío de Pintores Mexicanos (eran las 2:30 pm), así que mejor pasé primero a los baños de la gasolinera de Villa Teresa.

    Fue mala idea. Por cierto, mientras iba caminando por el Oxxo, vi que venía un hombre de los baños. Era un hombre muy moreno y alto, con apariencia de basquetbolista, al que ya se la había mamado bien rico una vez. Chichotas y nalgotas como de negro que tiene… delicioso. Pero se notaba que había salido de inmediato sin hallar nada, porque por ahí cerca estaba una señora del aseo.

    Entré al baño y estaban 3 mujeres y un hombre en el baño de hombres. Al parecer eran 2 intendentes mujeres que estaban instruyendo a una nueva que acababa de entrar a trabajar. Le dijeron algo sobre que “los dejaban sucios, los jotos… (no escuché bien) y los condones… (tampoco escuché)”. Al parecer le estaban diciendo que tuviera cuidado y que fuera muy observadora para evitar que hicieran sus desmadres ahí.

    Solo oriné, esperé un momento a que se fueran y un momento más para ver si venía alguien, pero no llegó nadie, así que salí. Pensé en ir al baldío de Pintores, pero probablemente llovería y no encontraría a nadie. Me fui a la central camionera.

    Para mi pésima suerte, los estaban lavando. Me frustré muchísimo, era como una mala señal el ir a 2 lugares seguidos y no poder hacer nada. Le mandé mensaje a un amigo para ver si podía acompañarlo (y hacer algo), pero me arrepentí, tal vez estaba ocupado o en su trabajo, y borré los mensajes. De ahí me fui a los baños del estacionamiento Plaza, en el centro.

    Llegué y al parecer sí había acción, pero no con comodidad. Estaban en los lavabos un muchacho moreno, robusto (gordibueno), un alto, delgado, de lentes y un viejo joto que siempre me encuentro en los baños de la Consti en las tardes, uno chino, moreno, como de ojos claros, panzón, que parece maestro de danza, ya tirándole a los 50 años.

    Me fui al baño del fondo, pero estaba muy oscuro, no estaban prendidas las luces. Ni siquiera había cerrado completamente la puerta, así que me asomé de regreso para ver si estaba el apagador cerca de la entrada. Justo en cuanto caminé hacia allá, el chavo moreno gordibueno y el alto de lentes acababan de soltarse, se estaban agarrando la verga ambos por encima de la ropa. El alto de lentes se asustó y salió. El gordibueno puso cara de enojado (así la tenía, pero se notó más) y se fue al cubículo pequeño.

    Como no había ningún apagador, me regresé al baño del fondo, me bajé el pantalón y me la empecé a jalar, para ver si el gordibueno reaccionaba, incluso le hice señas por debajo de su puerta para que me dejara mastubarlo, y con el pie para que abriera, pero no reaccionó. El moreno chino que no me agrada ya se había ido, así que me fui a los lavabos a esperar.

    Al poco rato entró un hombre chaparrito, delgado, de lentes, un poco peloncito. Ya lo había visto antes buscar faje. No entró a ningún cubículo, esperó un rato y luego se fue al primer mingitorio. Orinó, pero se quedó mucho rato de pie. Me asomé a sus espaldas y vi que se la estaba jalando. En eso salió el gordibueno, con su cara de enojado. Pensé por un momento agarrarle el paquete por encima del pantalón, pero no me gustaba su actitud.

    El chaparrito se fue al baño del fondo, entró y no cerró la puerta. Fui detrás de él, entré y volteó a verme, parecíamos estar como en un cuarto oscuro (realmente lo era). Me miró y se giró un poco para mostrarme su verga. A pesar de su estatura (como 1.60) sí estaba pitudo. Me acerqué más a él para jalársela.

    -Espera- me dijo -aguas con el vato de allá- dijo, refiriéndose al gordibueno malencarado
    -Naah, no te preocupes, viene a lo mismo- le dije, para tranquilizarlo
    -Sólo que el wey busca puros weyes… galanes- agregué.
    -Que no mame…- dijo el chaparrito

    Se giró hacia mí y me tomó de los hombros, empujándome hacia abajo, para que se la mamara. Me agaché y le di una chupada, la tenía grande y sin circuncidar, pero me supo a orines, guácala. Me levanté y para cambiar de tema y que no se agüitara le pregunté al oído, mientras lo masturbaba:

    -¿eres casado?- le pregunté con curiosidad
    -Sí- me dijo.
    -¿te gusta besar?- le pregunté
    -Noo… dijo, pero un poco inseguro-
    -¿Y si le calamos?- le pregunté. Quise ser un poco más atrevido, me acerqué a él y le besé la orilla de sus labios. Choqué un poco con sus lentes. El vatito se puso un poco tieso, no me empujó ni nada, pero tampoco me dijo que me quitara, como que quiso calar para ver si le gustaba o no.

    Me dejó sólo besarle su labio inferior. Sabía a cigarro, creo que acababa de fumar hace poco. Quise besarle su labio superior, para que el wey entrara más en confianza y poder besarnos más rico, pero no quiso, seguía tieso. He escuchado que muchos hombres casados que buscan faje o cogen con otros hombres hacen de todo, menos besar, para no perder su “hombría”. Al parecer era uno de ellos.

    Sólo me dejó darle besitos a su labio inferior, luego salió hacia los lavabos y me fui también para allá. Estando ahí le pedí que me diera unos empujones de verga, así por encima de la ropa. Lo hizo y sentí su vergota dura doblada hacia la derecha a cada empujón.

    Estábamos en un lugar muy visible, así que cuando entró otro wey (un tipo que vi hace poco buscando faje también), el chaparrito me tomó del costado y se despidió de mí. Salió y me quedé un rato más. El que acababa de llegar también era un tipo muy chaparro, como de menos de 1.60, moreno, delgado y de mala apariencia (sucio).

    El wey se quedó parado, recargado en la pared frente a los cubículos (el gordibueno seguía encerrado), en cuanto cruzamos miradas se empezó a agarrar la verga por encima del pantalón. Traía un pantalón de vestir color caqui, muy grande para su talla y se le notaba la verga parada. Me acerqué y le agarré el bulto. Se notaba bien rico su trozo largo colgando entre su pantalón. Lo estiré varias veces de arriba hacia abajo.

    Se sacó la verga del pantalón, una verga morena, circuncidada, de unos 13 cm, no muy gruesa. Lo seguí masturbando y luego se fue hacia los mingitorios, lo seguí y lo seguí masturbando. Me tomó de los hombros y me empujó hacia abajo, pero la neta no me latía, era un tipo muy sucio, incluso en su pelo tenía pelusas, tal vez era un malviviente. Yo iba bien limpio y perfumadito.

    Tal vez por morbo, me levanté la playera y le enseñé mi cuerpo lampiño y mis tetas blancas con pezones rosaditos, como de mujer. Le indiqué que con una mano me tocara mientras yo lo masturbaba. Lo hizo, pero como que sin gusto.

    -¿Quieres ver mi culo?- le pregunté, para calentarlo más.
    -CHÚPAMELA- dijo, muy seco y directo.

    Yo ya me tenía que ir, así que me separé y fui a los lavabos, me lavé las manos y me fui. Por cierto, en el camino me lo encontré. No diré a qué se dedica, pero tiene un trabajo humilde ahí en el centro, sin embargo, eso no justifica que ande sucio.

    A falta de acción, tuve que jalármela en casa. Mala suerte esta vez.

    #127251
    Joven-buscamaduros
    Participante
    Puntos: 117

    Alguien sabe si siguen funcionando?

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