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Etiquetado: #metro #experiencia #CDMX
Buena jalada de verga que dieron hoy en el metro de la línea 3 en dirección a indios verdes y lo mejor que fue un hombre maduro para mí gusto guapo y varonil.
Hace como un mes me toco viajar en la línea café, en horario entre 18:30 y 19:00. Cuando subí en patriotismo, el bajón ya venía lleno, total, las puertas cerraron y el metro siguio su marcha. En la esquina venían dos weyes fajando (un gordo y un maduro) y un tercero (joven como de 32_35 años)haciéndoles oral hasta chabacano. En esa estación bajo el maduro y el pasivo se levanto ya que de ese lado abrían puertas. Una vez que cerraron la puerta, el pasivo se acomodo para recibir verga del gordo, una situación muy incomoda y nada discreto de ambos, cogian y geniam como si estuvieran solos, toda la gente volteando a esa zona del vagón, daba pena ajena. No sean así de ojetes y traten de ser más discretos por el bien de todos, digo, no es mucho pedir.
Acababa de dejar a mi pareja (25M) en su trabajo, ya que estoy desempleado y decidí regresarme a casa, como siempre, tomando el último vagón del metro. Entré normal, a la siguiente estación bajó bastante gente y decidí tomar asiento en la orilla en el metro, (los que viven en CDMX, saben lo que a veces ocurre en el vagón), decidí sacar el Kindle y leer.
En eso un vato se paró a un lado mío, se me hizo lo típico, siempre va lleno y después de unos minutos comencé a sentir su paquete, que me quedaba a la altura del hombro. Y siento como me empezó a rozar, instintivamente quise quitarme pero algo en mi mente me dijo «no te muevas, a ver qué ocurre» porque un accidente puede ocurrir pero poco a poco con los movimientos del metro me la fue restregando más y más, hubo un momento que se la sentí muy dura y así seguía pegándomela, restregándomela en el hombro, con toda la intención.
Giré un poco mis ojos hacía su paquete y guau, era algo grande, sobresalia mucho la dimensión de su verga sobre el pantalón. Y mientras tanto yo intentaba leer pero también intentaba disfrutar su verga pegada a mi. Fue extraño porque apesar de haber deseado vivir algo así, en un principio sentí esa especie de molestia pero me dejé ir y sinceramente apesar de no pasar a mayores, lo disfruté.
Es la única experiencia que he tenido, no me he puesto hasta la última puerta porque luego viene vacío y todo mundo ve hacia esa zona.